Los Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a cultivar marihuana en una zona boscosa del municipio de Tremp, en el Pallars Jussà. Después de meses de investigación, los agentes accedieron a la zona el pasado 9 de septiembre y arrestaron a tres hombres por delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal. Según informa la policía, los agentes intervinieron cerca de 4.500 plantas que se habrían podido vender al detalle por un importe de casi 3 millones de euros en el mercado ilícito. El grupo criminal se había establecido en una gran zona boscosa inaccesible con vehículo, y por eso sus responsables pernoctaban dentro de la plantación en tiendas de campaña desde donde también vigilaban para no ser detectados.
La investigación comenzó a finales de 2024 cuando la Unidad de Investigación de la comisaría Tremp localizó un espacio deforestado con signos evidentes de haberse utilizado recientemente como plantación de marihuana al aire libre. El lugar es una zona remota rodeada de bosque, cercana al Barranco de Escarlà, y presentaba muchos elementos propios de las plantaciones exteriores de marihuana, como el hecho de encontrarse en un lugar inaccesible con vehículo y con indicios de haberse desarrollado vida para gestionar el cultivo.
Con esta información, el Área de Investigación Criminal de la Región Policial del Alto Pirineo y Aran se hizo cargo de la investigación con el objetivo de vigilar una posible reanudación de la actividad delictiva en la zona. Finalmente, en abril los investigadores localizaron a varias personas que entraban y salían de la zona de la plantación, en muchos casos cargados con grandes volúmenes de material habitualmente empleado en este tipo de actividad delictiva. Meses más tarde, constataron la existencia de un cultivo artificial gestionado por un grupo criminal.
Una cuarentena de agentes asaltan la plantación
La investigación culminó el 9 de septiembre con el acceso judicial autorizado a la zona investigada. Fue en este momento cuando se localizaron, identificaron y detuvieron a los tres hombres, de 27 y 43 años. El dispositivo contó con la presencia de una cuarentena de efectivos de las especialidades de Investigación, el ARRO del Pirineo, Medio Ambiente y Drones. Los arrestados no tenían antecedentes y pasaron a disposición judicial el 11 de septiembre.
Durante el operativo se intervinieron cerca de 4.500 plantas de entre uno y dos metros de altura, repartidas en cinco bancales y en una extensión de terreno de casi 6.000 metros cuadrados. Según los Mossos, esta cantidad de plantas habría tenido un valor en el mercado ilícito superior a los 800.000 euros en caso de venta al por mayor y de casi 3 millones de euros si hubiera sido vendida al detalle, según la tabla de precios y purezas del mercado ilícito de la Oficina Nacional Central de Estupefacientes.
Durante el registro los investigadores localizaron cuatro tiendas de campaña, dos de ellas utilizadas para pernoctar y las otras dos para tareas de vigilancia. Entre los objetos intervenidos se encontraban teléfonos móviles así como documentación y pertenencias personales como máquinas de afeitar, cepillo de dientes o ropa.
Para el control, vigilancia y cultivo de las plantaciones, el grupo disponía de diferentes herramientas de jardinería y terminales de comunicación portátiles. Incluso habían creado un sistema de suministro de agua a partir de un embalse artificial que bebía de un río ubicado a unos 800 metros de la plantación.