El juzgado de guardia de Lleida ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza, para el hombre que ha confesado el asesinato de su yerno, Víctor Sanz Cañelles, Mosso d'Esquadra de 47 años. Los hechos ocurrieron este miércoles, en la calle Doctora Castells del barrio de Cappont, donde el agresor, de 78 años, disparó al menos cuatro tiros a la víctima a plena luz del día.
Después de cometer el crimen, el asesino guardó el arma en una bolsa de supermercado, cubrió el cuerpo de la víctima con una sábana y llamó al 112 para informar de lo que había hecho. Acto seguido, se entregó pacíficamente a los agentes que se desplazaron hasta el lugar de los hechos.
Motivación familiar: Un conflicto largamente arrastrado
Según fuentes próximas a la investigación, el crimen estaría vinculado a desavenencias familiares entre el agresor y su hija, así como entre él y su yerno, Víctor Sanz. Parece que el hombre no tenía relación con su hija ni con su familia política, y se quejaba porque le habían prohibido ver a sus dos nietas. Este conflicto familiar, que se remontaría a años atrás, habría sido el detonante de la tragedia.
Los investigadores consideran que el agresor planificó el crimen con antelación, ya que estudió las rutinas de la víctima antes de atacarlo. El asesino abatió a Víctor Sanz cuando este se dirigía a recoger a sus hijas del colegio, a plena vista de varias personas que presenciaron el ataque.
La causa abierta por asesinato
El juez de guardia ha acordado mantener la causa abierta por asesinato, y el agresor seguirá en prisión provisional mientras se llevan a cabo más investigaciones. El caso ha conmocionado profundamente la ciudad de Lleida y, especialmente, a los compañeros de Víctor Sanz, que lo recuerdan como un hombre respetado y comprometido con su trabajo y su familia.
Los Mossos d'Esquadra continúan investigando los detalles de este crimen brutal, que ha dejado a una familia destrozada y a una comunidad consternada.
