El grupo municipal de Esquerra Republicana reclama al gobierno de la Paeria que el nuevo Plan Integral del Centro Histórico, presentado hace pocas semanas y con un horizonte de aplicación de seis años, no se convierta en un nuevo catálogo de buenas intenciones y de promesas desconectadas con la realidad del barrio, sino en una herramienta real de transformación social y urbana.
La petición se ha hecho después de la visita del Grupo de Acción a los Barrios (GAB) de ERC al Centro Histórico, donde los concejales y concejalas republicanos se han reunido con las entidades Instantropia, Antisida, la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Centro Histórico y Som Veïns, entre otras, para recoger inquietudes y propuestas sobre la situación actual del barrio.
La portavoz del grupo, Jordina Freixanet, ha asegurado que “Lleida no se puede permitir otro plan que se presente con entusiasmo y se olvide al cabo de pocos meses. El Centro Histórico necesita menos titulares y más compromiso. Es el cuarto plan que se presenta y después todo queda en agua de borrajas. Las palabras deben ir acompañadas de hechos, y hasta ahora los hechos han ido justo en sentido contrario. Mientras el Centro Histórico reivindica reducir el impacto de la acumulación de equipamientos sociales en el barrio, la Paeria por segundo año consecutivo pone el Plan Iglú y no hay una previsión realista y a corto plazo para revertir la situación histórica”, ha remarcado Freixanet.
Por su parte, la concejala referente de ERC en el barrio, Anna Costa, ha subrayado que “las entidades y los vecinos son el motor del Centro Histórico, pero la Paeria tiene que estar más y mejor. Hay mucho talento, mucha implicación y muchas ganas de hacer barrio, pero también un cansancio evidente ante anuncios que no se concretan. Los vecinos quieren ver resultados, no solo documentos o fotografías de presentación”, ha afirmado.
Durante la visita, el grupo republicano también ha puesto el foco en el estado de la plaza Josep Solans, un espacio cada vez más degradado donde se hace del todo necesaria y urgente la intervención de las administraciones para recuperar la convivencia. “El Centro Histórico puede ser un ejemplo de regeneración urbana y social, pero hace falta constancia, proximidad y confianza. Las entidades ya están; ahora tiene que estar el gobierno”, ha concluido Freixanet.