Girona busca nuevas vías para ampliar el parque de vivienda asequible y una de las opciones que gana fuerza es convertir locales y entreplantas en desuso en pisos de alquiler protegido. El teniente de alcaldía de Transición Ecológica y Área Urbana, Sergi Font, defiende que la ciudad tiene una “bolsa de locales vacíos” perfectamente aprovechables para usos residenciales y que permitirían generar vivienda de manera más rápida y repartida por todos los barrios.
Esta reflexión ha centrado una nueva sesión del ciclo Repensem Girona, celebrada en el barrio de Domeny, donde la ciudad concentra diversas promociones públicas y de fundaciones sociales. Girona tiene actualmente 224 viviendas de protección oficial proyectadas en ocho solares municipales, tres de los cuales están cedidos al Incasòl. Los más avanzados son los 48 pisos de la Fundació Salas —ahora en obras— que se entregarán a finales de 2025, con un 25% reservado a jóvenes.
Según explica la directora de la entidad, Clara Muñoz, el modelo es viable gracias a las ayudas Next Generation y la financiación del ICF: “Cuanta más vivienda asequible haya, más se estabilizarán los precios del mercado”.
Girona necesita 800 viviendas asequibles en tres años
El gobierno municipal ha fijado un objetivo ambicioso: incorporar casi 800 nuevos pisos asequibles en solo tres años a través de la estrategia Misión Vivienda. Font insiste en que es necesario combinar promociones públicas, colaboración con fundaciones y, sobre todo, rehabilitación del parque existente.
“Si tenemos locales vacíos que pueden reconvertirse en viviendas, debemos aprovecharlos”, apunta. Entre estos espacios hay bajos comerciales y entreplantas que han perdido actividad y que podrían tener un uso residencial “compatible y seguro”.
Hábitat 3 alerta: solo con suelo público no habrá suficiente
En la jornada, la presidenta de la Fundació Hàbitat 3, Carme Trilla, ha sido clara: con el crecimiento demográfico previsto, las promociones públicas quedarán cortas. Trilla propone fórmulas complementarias como reconvertir edificios vacíos, levantar nuevas plantas en bloques existentes o dividir viviendas demasiado grandes. Todo ello debe ir, dice, también de la mano del sector privado.
Bolonia como referente europeo
La sesión ha incluido también la experiencia de Bolonia, presentada por Silvia Calastri, que ha explicado que la ciudad italiana se fija el reto de crear 10.000 nuevas viviendas asequibles la próxima década para hacer frente a la presión residencial y universitaria.