¿Por qué Barcelona es un polo de atracción para los nómadas digitales?

La principal motivación para establecerse en Barcelona no es económica, sino que la calidad de vida y el clima superan con creces el peso de las oportunidades laborales o el cuerpo

24 de septiembre de 2025 a las 10:19h
Actualizado: 24 de septiembre de 2025 a las 10:19h

Un equipo de investigación de la Universidad de Girona (UdG), formado por Konstantina Zerva y José A. Donaire, ha analizado el comportamiento de los nómadas digitales en Barcelona con el fin de conocer su comportamiento y la relación que tienen con la ciudad Condal, una de las capitales mundiales de este fenómeno.

Se trata de profesionales que trabajan a distancia gracias a las tecnologías digitales y que, a la vez, llevan un estilo de vida marcado por la movilidad internacional. Combinan el trabajo con la experiencia de vivir temporalmente en diferentes ciudades, a menudo entre la frontera de turistas y residentes. Este estilo de vida se ha expandido por todo el mundo especialmente después de la pandemia, cuando el teletrabajo se normalizó y se convirtió en una opción global.

El estudio, basado en 378 encuestas realizadas entre 2023 y 2024, concluye que la ciudad actúa a menudo como “estación de partida” de este estilo de vida, ya que más de la mitad de los encuestados empiezan por primera vez su trayectoria como nómadas digitales. Además, los resultados muestran que los nómadas digitales que eligen Barcelona son mayoritariamente jóvenes —35 años de media—, con un alto nivel educativo y con una paridad de género casi perfecta, poco habitual en este perfil profesional. Se concentran en sectores profesionales de alto valor añadido como las TIC, el marketing, la investigación o la creatividad.

La principal motivación para establecerse en Barcelona no es económica, sino que la calidad de vida y el clima superan con creces el peso de las oportunidades laborales o el coste. Esto sitúa la ciudad como un destino de valor añadido y no como un lugar de residencia por razones de ahorro.

El estudio destaca también que muchos de estos profesionales no son visitantes ocasionales, sino que vuelven de manera recurrente y llegan a comportarse como “microresidentes”, con rutinas de vida similares a las de los habitantes locales. Los espacios de coworking tienen un papel central en su experiencia, actuando como nodos sociales y profesionales.

A pesar de la alta satisfacción, estos profesionales tienden a ser más críticos con aspectos como la seguridad o la limpieza que los turistas, ya que experimentan la ciudad desde la cotidianidad y no sólo desde la perspectiva de visitante.