La semana pasada, un médico del Hospital Santa Caterina de Salt (Gironés) fue detenido después de ser denunciado por una paciente que aseguraba que había sido violada. La víctima explicó a la policía que se despertó totalmente desnuda en una casa que desconocía sin saber cómo había llegado. La familia de esta la llevó al centro sanitario y después no tuvieron más novedades sobre ella hasta que los Mossos la localizaron deambulando por las calles de Blanes. Por este motivo, la principal hipótesis que tienen los investigadores es que el médico atendió a la paciente y la llevó a su casa, donde la habría agredido sexualmente.
Inmediatamente después de la detención, el centro hospitalario de Girona suspendió al doctor de 66 años y le abrieron un expediente informativo. Sin embargo, 3CATInfo ha informado esta misma mañana de que el hombre aún sigue trabajando en su trabajo principal, en el servicio de urgencias del Hospital Dos de Maig de Barcelona.
La dirección del Hospital Dos de Maig no tomará medidas hasta que no lleguen más pruebas
La sorpresa que ha generado que el individuo investigado siga trabajando ha sido mayúscula, pero detrás de esta decisión está la falta de un protocolo claro en los hospitales privados y concertados. Por estos motivos, el Departamento de Salud no puede hacer nada al respecto y desde el Hospital Dos de Maig han decidido no tomar ninguna decisión respecto a la continuidad del médico hasta que no se esclarezcan los hechos.
Todo indica que el hombre de 66 años acusado de violar a una paciente con problemas psiquiátricos, de alcohol y tendencias suicidas seguirá trabajando hasta que la investigación aporte novedades. La policía catalana lo detuvo el lunes pasado, pero el juez lo dejó en libertad provisional hasta que no lleguen los resultados de las pruebas de ADN.
De esta forma, hasta que no lleguen pruebas contundentes sobre la presunta violación parece que el investigado seguirá trabajando sin ningún inconveniente en el centro privado de Barcelona. Sin embargo, el individuo cuenta con antecedentes por amenazas y maltratos y con un intento de asesinato a quien entonces era su mujer. El médico contrató a unos sicarios y también fue condenado por obstrucción de la justicia y falsedad documental al falsificar el certificado de defunción de su madre, unos indicios que también podrían afectar a la investigación.
