La Audiencia de Girona ha juzgado a un acusado que se enfrenta a 12 años y 11 meses de prisión por golpear y violar a su expareja en una zona boscosa de L'Escala (Alt Empordà) en verano de 2015. El juicio ha comenzado con la declaración de la víctima, que ha relatado que fue a pasear con el procesado porque él insistía en retomar la relación y que, de repente, la atacó por la espalda propinándole un fuerte golpe en la cabeza. Según ha declarado, perdió el conocimiento y, cuando lo recuperó, él la estaba agrediendo sexualmente. La chica, que entonces tenía 18 años, tardó ocho años en denunciarlo por "miedo y vergüenza". El procesado ha negado los hechos y ha dicho que, una vez finalizada la relación, "nunca" volvieron a hablar. La defensa pide la absolución.
La fiscalía lo acusa de un delito de violación y un delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género y solicita una condena de 11 años y 11 meses de prisión. Por los mismos delitos la acusación particular eleva la petición a 12 años y 11 meses. También piden que el procesado indemnice a la víctima con 20.000 euros por el daño moral y psicológico sufrido.
El juicio se ha celebrado en la sección cuarta de la Audiencia de Girona. Según recogen los escritos de acusación, el procesado y la víctima habían mantenido una relación de pareja de un año en 2012, cuando ella tenía 15 años. La víctima ha explicado en la sala de vistas que era una relación "seria", que el acusado había conocido a su familia e incluso habían hablado de matrimonio. Finalmente, sin embargo, decidió romper.
Aun así, mantuvieron el contacto. La chica ha expuesto que ella veraneaba en L'Escala y que siempre había querido trasladarse a vivir al país. Tras poner punto final a la relación, ha detallado que el acusado continuaba insistiéndole con reanudarla: "Me decía que había cambiado, que ya no era la misma persona, pero yo no estaba interesada en volver con él".
Una noche entre julio y agosto de 2015, la víctima ha explicado que estaba en el balcón de su domicilio cuando vio al acusado en la calle y decidió bajar a hablar con él porque mantenían una "buena relación". Entonces, el acusado le propuso ir a dar una vuelta y ella accedió
Según su relato, cuando estaban caminando por una zona boscosa donde no había nadie, el procesado la atacó por la espalda y le dio un golpe fuerte en la cabeza. Ella perdió el conocimiento y, cuando lo recuperó, el procesado la tenía inmovilizada por las muñecas y la estaba violando. La víctima ha afirmado que intentó quitárselo de encima y le dijo que parase, pero no pudo hacer nada más que lanzar "patadas al aire". Cuando el acusado culminó la violación, se marchó y la dejó en medio de la zona boscosa.
La chica ha explicado que estaba llena "de tierra" y estuvo un rato más tumbada "en shock". Finalmente, consiguió levantarse y volver a casa, donde se duchó porque se sentía "sucia" y no dijo nada a su familia por "miedo y vergüenza".
La denuncia, ocho años después
Tardó ocho años en denunciar los hechos. Su madre, que también ha declarado en el juicio, ha dicho que cree que parte de la culpa del silencio prolongado es suya, porque cuando su hija le explicó que había sufrido una violación le dijo que si quería denunciar tendría que ser "muy fuerte" porque su padre, que era policía, siempre le había dicho que el proceso judicial es doloroso.
Cuando interpuso la denuncia, la víctima aportó como pruebas unas conversaciones que había tenido por Messenger con el mejor amigo del acusado y con su hermano, donde le decían que el procesado le quería pedir disculpas, que había cometido "un pecado" y que estaba "penado". El mejor amigo, sin embargo, se ha desvinculado de los mensajes y ha dicho que no recuerda haber mantenido ninguna conversación con la víctima.
El acusado ha declarado al final del juicio y solo ha respondido a las preguntas de su abogado, Joaquim Vila. El procesado ha negado las acusaciones y ha dicho que no volvió a ver a la víctima ni a comunicarse con ella después de la ruptura. De hecho, ha aseverado que no le envió ningún mensaje ni le insistió en retomar la relación
El juicio ha quedado visto para sentencia.