Girona, bajo sospecha de los Mossos por un posible delito de contaminación ambiental

Los Mossos investigan posibles vertidos de una treintena de vehículos municipales abandonados en un descampado y que hace una década que no se utilizan

31 de diciembre de 2025 a las 10:45h

Una treintena de camiones de recogida de basuras propiedad del Ayuntamiento de Girona han sido abandonados durante años en un descampado de Vilobí d’Onyar, en la comarca de la Selva, sin que se haya realizado ninguna actuación definitiva para retirarlos. Ahora, los Mossos d'Esquadra investigan si estos vehículos han provocado daños medioambientales por posibles vertidos de fluidos contaminantes

Los camiones, muchos de los cuales llevan el logotipo de Girona+Neta y llevan más de una década sin estar operativos, se encuentran estacionados en un terreno no pavimentado, rodeado de setos y situado junto al Parque Tecnológico del Reciclaje Gironí. La Unidad Regional de Medio Ambiente (URMA) ha abierto diligencias para determinar si ha habido vertidos de aceites, combustibles u otros residuos peligrosos en el suelo.

 

Investigación por posibles daños ambientales

La investigación se inició a mediados de noviembre, después de que los agentes detectaran el estado de degradación de los vehículos. Una vez finalizadas las diligencias, los Mossos trasladarán la información a la Agencia Catalana del Agua, al Ayuntamiento de Vilobí d’Onyar y a la Agencia de Residuos de Cataluña, que deberán valorar el impacto ambiental y si es necesario abrir expedientes administrativos.

Tras comprobar que los camiones son de titularidad municipal, la policía se dirigió directamente a l’Ajuntament de Girona para aclarar quién es el responsable y por qué han sido abandonados durante tanto tiempo sin una solución definitiva.

 

Vehículos acumulados con cada cambio de contrato

Según ha explicado el teniente de alcaldía de Gestión de Recursos, Sergi Font, los camiones corresponden a diferentes etapas del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos. La primera tanda data de 2015, cuando el contrato pasó de Musersa a la empresa mixta Sermunegisa. En aquel momento, once vehículos fueron considerados fuera de servicio y se dejaron en depósito en Vilobí.

En 2022, con un nuevo cambio de contrato hacia una UTE formada por FCC y una filial de Rubau, se descartaron 21 camiones más, que también acabaron en el mismo terreno. En total, son 32 vehículos acumulados a lo largo de los años.

El mismo consistorio admite que asumió la titularidad de los camiones el 31 de agosto de 2022 y que desde entonces ha iniciado los trámites para desafectarlos, es decir, para sacarlos oficialmente de la flota municipal. Aun así, los vehículos han continuado abandonados en el descampado hasta que la investigación policial ha hecho saltar las alarmas.

 

Reacción tardía del consistorio

Desde el Ayuntamiento aseguran que el depósito de los camiones fue fruto de acuerdos entre empresas concesionarias y que el consistorio no ha asumido el coste. Con todo, la aparición del caso pone en cuestión la supervisión municipal sobre el destino del material público y la falta de control sobre posibles riesgos ambientales.

El gobierno municipal ha anunciado que ha acelerado los trámites para licitar el desguace definitivo de los vehículos. Un paso que llega después de años de inacción y con una investigación abierta que puede acabar teniendo consecuencias administrativas y medioambientales.

El caso proyecta una imagen de mala gestión y dejadez en la gestión de los residuos municipales, justamente en un ámbito —la limpieza y el reciclaje— que el Ayuntamiento de Girona presenta habitualmente como una prioridad de ciudad.