La ciudad de Barcelona se prepara para un sábado intenso en eventos y desplazamientos, pero también con controversia. Por un lado, el Estadio Olímpico Lluís Companys acogerá mañana el concierto multitudinario de Aitana. Por otro, el centro de la ciudad se convertirá en el epicentro de la manifestación del Orgullo LGBTQIA+, uno de los actos centrales del Pride Barcelona 2025. Ante este escenario de movilidad compleja, la medida que más críticas ha levantado no es tanto la logística sino la nueva política de acceso con vehículo privado al recinto de Montjuïc: solo podrán acceder aquellos que hayan comprado previamente una plaza de aparcamiento por 12 euros.
"Los asistentes al concierto de Aitana que tengan intención de acceder en coche deberán reservar estacionamiento con antelación a través del portal Enterticket", ha avisado el Estadio, que además, ha recordado que solo quien haya adquirido este ticket podrá entrar con vehículo a Montjuïc, medida que ha sido justificada por razones de seguridad y por la coincidencia con la marcha del Orgullo, que cortará varias calles del centro y dificultará la movilidad general. El problema ocurre cuando estas entradas a los parkings, se han agotado en pocas horas.
No obstante, la decisión de cobrar por aparcar en espacios habitualmente gratuitos —como los recintos de tierra ya habituales para conciertos en Montjuïc— ha sido tildada de “oportunista” por muchos usuarios en las redes sociales. “Es el mismo lugar de siempre, y ahora, porque coinciden dos actos, te cobran 12 euros por dejar el coche donde antes no te pedían nada”, lamentaba una usuaria en X, haciendo referencia al hecho de que en conciertos anteriores como Lola Índigo o Imagin Dragons, se pudo acceder sin restricciones.
Desde la organización se argumenta que la gestión del tráfico y el acceso controlado es indispensable para evitar colapsos y garantizar la seguridad de los peatones, pero muchos aficionados a la música consideran que se ha priorizado el lucro por encima de la experiencia del público.
Alternativas de transporte público
Para hacer frente a esta jornada de gran afluencia, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha habilitado dos servicios especiales de autobuses lanzadera: uno que conectará la plaza de España con el Estadio Olímpico, y otro que saldrá desde el aparcamiento de Fira 2. Estos vehículos articulados circularán con una frecuencia de entre 3 y 4 minutos a partir de las 17.15 h, y la última bajada será a la 1 de la madrugada. Todos los títulos integrados de transporte son válidos.
Además, el metro funcionará toda la noche y reforzará la presencia de personal de atención y seguridad, especialmente en la estación de España (L1 y L3), la más cercana al recinto olímpico. Sin embargo, las obras de verano afectan parcialmente las líneas L4 y L11, por lo que se recomienda planificar con tiempo las rutas alternativas.
Los cortes de tráfico previstos para la manifestación del Pride, afectarán 25 líneas de bus, y especialmente la avenida Maria Cristina —una de las vías de acceso habitual a Montjuïc— permanecerá cortada hasta las 17 h.
El dilema: planificación o negocio?
Muchos ciudadanos entienden la complejidad de gestionar una jornada con dos grandes eventos simultáneos, pero otros apuntan que el pago de aparcamientos antes gratuitos parece más una excusa para monetizar la afluencia que una medida real de regulación.
Con la ciudad a punto de hervir en actividades, el debate queda servido: ¿es lícito cobrar por un aparcamiento básico en un espacio público, o debería haberse apostado más fuerte por una movilidad colectiva realmente accesible para todos?