El Parque de la Serralada Litoral ha cerrado una nueva temporada del seguimiento de poblaciones de mariposas en el turó de Baldiri, una elevación de 400 metros de altitud situada entre Teià y Premià de Dalt, muy cercana al litoral mediterráneo.
El balance de 2025 confirma un descenso muy significativo del número de ejemplares observados, hecho que refuerza la tendencia ya detectada en los últimos años.
Esta tarea de seguimiento, que la guardería del Parque lleva a cabo desde hace muchos años, se enmarca en el proyecto CBMS (Catalan Butterfly Monitoring Scheme), el Plan de Seguimiento de Ropalóceros de Cataluña, que se desarrolla en todos los espacios naturales de la Red de Parques Naturales. La metodología consiste en un recorrido de casi dos kilómetros que se hace durante 30 semanas, entre el 1 de marzo y finales de septiembre
El itinerario atraviesa una **gran diversidad de ambientes** —prados secos, pinares, encinares, garrigas y brezos— con el objetivo de detectar el máximo número de especies posible. La comunidad de mariposas de la colina de Baldiri - itinerario núm. 69 del BMS - ha estado tradicionalmente dominada por especies generalistas, a pesar de que en los últimos años ya se había detectado la **disminución o desaparición de las especies más especialistas**. Los datos de esta temporada indican que este descenso empieza a afectar también a las especies más generalistas.
Durante el 2025 se han contabilizado 1.147 mariposas de 28 especies, una cifra muy inferior a las 2.207 registradas en 2024. Las especies más abundantes han sido la saltabardisses cintada (Pyronia bathseba), con 317 individuos; la margenera común (Lasiommata megera), con 230; el faune de ziga-zaga (Hipparchia fidia), con 89; la blanqueta de la col (Pieris rapae), con 70; el faune bru (Hipparchia statilinus), con 68; y la bruna de bosc (Pararge aegeria), con 60 ejemplares. Destaca especialmente la presencia del faune bru, una especie que ha desaparecido de otras zonas de Cataluña.
Otras especies con recuentos destacados han sido la mariposa reina (Papilio machaon), con 56 individuos; la blanca de la col (Pieris brassicae), con 46; la marbrada común (Euchloe crameri), con 30; la marroneta del encinar (Satyrium esculi) y la migratoria de los cardos (Vanessa cardui), con 26 individuos cada una; la reina cebra (Iphiclides feisthamelii), con 24; la cleopatra (Gonepteryx cleopatra), con 21; y la safranera (Colias crocea), con 18 ejemplares.
El resto de especies se han mantenido en valores bajos. La mariposa del madroño (Charaxes jassius) ha aportado 12 individuos, mientras que la plateada (Glaucopsyche melanops) y la médium (Brintesia circe) han registrado 9 cada una. Por debajo de los cinco ejemplares se sitúan especies como la vanesa de alas rojas (Vanessa atalanta), la limoncera (Gonepteryx rhamni) o la verdosa de ojo blanco (Callophrys rubi), todas con un solo individuo, así como la pantoja común (Polyommatus icarus), con 3 ejemplares.
Como es habitual, el mes de junio ha concentrado el pico máximo de actividad, con especial relevancia del 13 de junio, jornada en la que se registraron 178 mariposas, el número más alto de observaciones de toda la temporada.
La disminución global registrada este año, con nueve especies que no superan los cinco individuos en toda la temporada, apunta hacia una tendencia preocupante. Aunque las oscilaciones anuales son habituales entre los ropalóceros y que la pluviometría juega un papel importante, el descenso es especialmente significativo en comparación con el año anterior.
Los datos acumulados de los últimos años sugieren el impacto del cambio global asociado al cambio climático, con olas de calor y sequías recurrentes, así como el progresivo cierre de la vegetación, cada vez más forestal y con menos espacios abiertos de prados y pastos.
La continuidad en la recogida sistemática de datos siguiendo el protocolo BMS permitirá confirmar y afinar estas tendencias en el futuro, y es una herramienta clave para la gestión y conservación de los ecosistemas del Parc de la Serralada Litoral.