El Museo de Historia de Sabadell ha organizado una sesión el próximo jueves, 18 de septiembre, para conocer el trabajo del equipo arqueológico que está llevando a cabo la excavación de varias urnas recuperadas en las intervenciones en la necrópolis de Can Piteu – Can Roqueta. Estas urnas tienen una antigüedad de tres mil años y contienen restos incinerados de las personas que se enterraron allí.
La sesión se hará en forma de visita guiada al almacén del Museo de Historia, en la calle de la Agricultura, 54, donde se podrá conocer de primera mano el trabajo del equipo de investigación arqueológica. El proyecto está coordinado por Francisco Javier López Cachero, del Instituto de Arqueología y Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas (SERP) de la Universidad de Barcelona.
Las visitas se harán en grupos pequeños de diez personas y tendrán una duración de media hora cada una. Se harán tres turnos desde las 10.30 hasta las 12 del mediodía. Las plazas son limitadas. Las inscripciones se pueden hacer llamando al Museo de Historia al 93 727 85 55.
La necrópolis de Can Piteu – Can Roqueta
El yacimiento de Can Piteu-Can Roqueta es una de las evidencias más destacadas de la presencia humana en la Comarca durante la edad del bronce final y la primera Edad del Hierro, concretamente entre los siglos IX y VII a. C. Su importancia radica en el hecho de que constituye uno de los conjuntos funerarios mejor conservados de Cataluña y representa una pieza clave para entender los rituales funerarios y la organización social de las comunidades protohistóricas del territorio.
Las excavaciones han sacado a la luz una necrópolis con más de 1.000 urnas cinerarias, la gran mayoría depositadas en fosas y asociadas a elementos rituales como ajuares cerámicos u objetos metálicos. Estos hallazgos permiten documentar prácticas de incineración que reflejan una clara influencia de las tradiciones indoeuropeas, probablemente ligadas a contactos con otras poblaciones de Europa Central.
Desde el punto de vista patrimonial, el yacimiento de Can Piteu-Can Roqueta no sólo aporta conocimiento científico de primer orden, sino que refuerza la necesidad de preservar los espacios arqueológicos dentro del crecimiento urbanístico de las ciudades. Es por ello que se convierte en fundamental su difusión pública e integración dentro del relato histórico de Sabadell y su entorno.