La ciudad de Granollers destinará 2.899.471,01 millones de euros a rehabilitar la muralla medieval que rodea parte del centro de la capital vallesana. Se trata de una obra que arrancará en septiembre, pasada la Fiesta Mayor, y que se alargará unos 7 meses. La previsión es actuar en unos 816 metros lineales y una superficie de 3.391 metros cuadrados, que permitirán intervenir no sólo en las paredes, sino también en corredores, portales y la Torre redonda, además de incorporar elementos singulares con iluminación y señalización. La alcaldesa, Alba Barnusell, ha destacado que el proyecto, financiado con fondos Next Generation, permitirá aumentar el atractivo cultural y patrimonial con un elemento singular que protegió la ciudad entre los siglos XIII y XIX.
La apuesta local implica proteger, recuperar y visibilizar las murallas medievales y sus corredores, los espacios que discurren junto a los muros. Las obras, que ya se han adjudicado, permitirán recuperar la máxima superficie de muralla y dotar de continuidad su recorrido, a través de un pavimento que haga la función de elemento vertebrador.
Las actuaciones se centran en restaurar la muralla medieval, reconfigurar la Torre Rodona, recuperar el corredor de Santa Esperanza y mejorar la iluminación y la señalización. Para ello, se restaurarán los paños de muralla vista y se recuperarán los tramos ocultos, homogeneizando los elementos existentes.
En cuanto a los corredores, que hacen la función de caminos de ronda interiores, se trabajará en un pavimento continuo y se indicarán los portales existentes a través del pavimento y una iluminación singular, con el objetivo de expresar los elementos que los componían y conectarlos con los corredores. En cuanto a la Torre Rodona, se reconfigurarán los restos de la torre existente y se unificarán los criterios del pavimento con el resto del recorrido de la muralla. Esto conllevará retirar el anillo de vidrio, reconstruir dos hileras y se modificará el cierre de las barandillas de la torre para facilitar una mejor visión del conjunto.
En cuanto al corredor de Santa Esperanza, se hará accesible a la ciudadanía, retirando la marquesina existente y colocando un nuevo techo de lamas de madera, para hacer el espacio más acogedor. El proyecto incluye mejoras en la iluminación para potenciar los tramos de muralla vistos, los portales, la Torre Rodona y la Adobería.
"Poder revalorizar el tramo de murallas, poder convertir estos espacios en espacios de vida de la ciudad, en atractivo cultural, en atracción también para hacer valer nuestro patrimonio y nuestro ADN", ha destacado Barnusell. "Somos una ciudad de mercado, que construyó las murallas también para proteger este mercado", ha añadido.
Un itinerario por la ciudad
El proyecto incluye diversas acciones, como la creación de una señalización homogénea y atractiva, que permita acompañar a los visitantes en su recorrido. "Hablamos de un proyecto integral, que dignifique el patrimonio de nuestra ciudad, que mejore el espacio urbano, que recupere el legado medieval de Granollers y que, sobre todo, ayude a potenciar el uso turístico, comercial, social y económico de todo este espacio central y neurálgico de nuestra ciudad", ha añadido la concejala de Obras y Proyectos, Gemma Giménez.
Además, se pondrá en marcha una plataforma digital de las murallas, que recogerá la información actualizada durante todo el proyecto, incluyendo un banco de fotografías del antes, el durante y el después de las obras. También se desplegarán medios digitales para facilitar la interpretación, difusión y accesibilidad al conocimiento técnico de la muralla, como las audioguías, las visitas virtuales y los itinerarios gamificados, que permitirán descubrir la historia medieval de la ciudad de forma fácil y amena.
Las murallas de Granollers rodearon la ciudad desde finales del siglo XIII hasta mediados del siglo XIX y hoy se pueden apreciar en varios puntos del centro histórico. En el siglo XVI, sobre los portales de entrada, se construyeron capillas dedicadas a diferentes santos, de las cuales se conservan la de santa Esperanza y la de santa Anna.
Desde 1949, están incluidas y reconocidas dentro del Patrimonio Cultural Catalán como un Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). El Ayuntamiento dispone de un Plan director de las Murallas Medievales y los corredores de la ciudad, una hoja de ruta para recuperar el espacio público, remarcando los vestigios de la ciudad, el legado y la identidad.
Entre los objetivos principales del Plan Director se destaca la preservación de la singularidad arquitectónica del conjunto patrimonial así como la revalorización de su valor, potenciando las actividades profesionales, comerciales, artesanales, culturales y de ocio dentro de este espacio.