Del 2 al 5 de octubre, Mollet del Vallès ha acogido el Sona Mollet, el festival que reúne a intérpretes consolidados y jóvenes talentos del panorama musical actual, con una programación que ha combinado estilos como el jazz, el piano, el flamenco y la música coral e instrumental, y que ha tenido una excelente respuesta de público. El certamen ha vuelto a convertir la ciudad en un punto de encuentro para la música, la cultura y la solidaridad.
El pistoletazo de salida al festival fue un año más con la presencia de la Asociación del Concurso Internacional de Música Maria Canals, que llevó un piano al espacio público y organizó actividades pedagógicas abiertas a todo el mundo.
El viernes, el Mercat Vell vibró con la actuación de la BvR Flamenc Big Band, que fusionó la energía del flamenco con el lenguaje del jazz y la potencia de las grandes formaciones.
El sábado, Can Gomà acogió un recital excepcional a cargo de los pianistas Ilya Maximov y Daahoud Salim, que ofrecieron un concierto de piano doble lleno de virtuosismo y sensibilidad. Finalmente, el domingo el festival se cerró con la actuación del Grand Art Ensemble y el Conjunt Vocal Estoc de Veus, bajo la dirección de Ricard Oliver y con la pianista Laura Miras.
La alcaldesa de Mollet del Vallès, Mireia Dionisio Calé, ha hecho una valoración muy positiva de la décima edición del certamen, destacando que “el Sona Mollet es mucho más que un festival. Es puente. Es memoria. Es esperanza. Es cultura que transforma”. La alcaldesa ha añadido que “ha sido un fin de semana de cultura, música y solidaridad en Mollet con esta décima edición”.
El SONA Mollet mantiene su talante solidario, ya que, como es habitual, todos los beneficios de la venta de entradas se destinan íntegramente a la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, contribuyendo a la lucha contra esta enfermedad.