El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado este jueves la Estrategia de lucha contra la pobreza infantil 2025-2030, con una dotación de 607 millones de euros. En un acto en el Salón de Ciento y con la presencia de todos los agentes implicados en la elaboración de la hoja de ruta, la ciudad ha querido enviar el mensaje de que reducir la pobreza de los niños y adolescentes es “una prioridad absoluta”. La estrategia se estructura en cinco ejes -con 33 objetivos y 56 actuaciones- y un presupuesto global estimado para cada ámbito: protección social de la infancia y la adolescencia, con 177 millones de euros; educación y crianza de la primera infancia, con 36 millones; educación, ocio y comunidad, con 174; salud y alimentación, con 61 y vivienda y espacios adecuados, con 159.
La estrategia es un amplio marco de acuerdo para generar un modelo de ciudad “integral” para la lucha contra la pobreza infantil, con un abordaje interseccional. Según indican en un comunicado, el consistorio se compromete a trabajar e implementar políticas eficaces para hacer frente a la pobreza infantil y a la vez reclama la acción y la coordinación con otras administraciones, porque esta realidad sobrepasa las competencias municipales.
La pobreza infantil es una realidad estructural que mantiene la tendencia al alza. El porcentaje de niños de 0 a 17 años que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social se sitúa en un 40,6% en la ciudad según la tasa AROPE.
El Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona ha sido el encargado de elaborar el texto y de coordinar técnicamente el proceso de trabajo para una estrategia que no parte de cero, ya que hay recorrido hecho en este ámbito en la ciudad.
El trabajo impulsado por el gobierno municipal ha contado con la implicación de las gerencias e institutos municipales, los grupos municipales, la Generalitat, la Diputación de Barcelona, las entidades del Tercer Sector, los colegios profesionales, los espacios de participación del Ayuntamiento y diferentes expertos y académicos.
En el proceso también se ha recogido la voz de los niños y niñas a través de los espacios de participación de la infancia que tiene la ciudad, como el programa Hablan los niños y niñas y la Agenda de los Niños, a través de la cual han pedido que “todo el mundo tenga lo que necesita para vivir” y que todos los niños tengan lo que necesitan “para la escuela y para pasarlo bien”.
Mejorar las prestaciones sociales y la oferta de la guardería municipal
En cuanto a la protección social de la infancia y la adolescencia, entre los objetivos hay mejorar la prestación de urgencia social Fondo de infancia 0-16 y extender las ayudas a las familias con niños con discapacidad, así como facilitar la información y los trámites.
Esta ayuda de la ciudad contribuye a la reducción de la pobreza infantil: 1 de cada 10 niños y adolescentes se beneficia (8,7%). Para este año las ayudas se han dotado con más de 14,5 millones de euros, indican desde el consistorio.
Otro de los objetivos es promover la conciliación de la vida personal y laboral con programas como 'Tiempo para ti', que propone actividades de ocio para personas con discapacidad, o el 'Concilia', un servicio para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal de las personas responsables de niños. También se estudian nuevas acciones para facilitar la ocupación de familias con niños a cargo y de personas jóvenes.
En cuanto a la educación y crianza de la primera infancia, se quiere incrementar la oferta del servicio de guardería municipal, mejorando la tasa de escolarización de los niños de 2 a 3 años, y a la atención a los niños con discapacidad con la mejora también de la accesibilidad a las escuelas.
Facilitar el acceso a extraescolares y un servicio de acompañamiento psicoemocional
En cuanto a la educación, ocio y comunidad, la estrategia se marca como objetivo facilitar el acceso a las actividades extraescolares deportivas y culturales y unificar las campañas para simplificar la tramitación de las ayudas, velando por la inclusión de los niños con necesidades educativas especiales.
La estrategia pone en valor programas específicos en este campo y prevé impulsar la inclusión de los niños con discapacidad en el conjunto de actividades de verano como ya hace el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD). Otras medidas se centran en evitar la segregación.
En salud y alimentación, el plan prevé desplegar unos servicios universales que ofrezcan apoyo integral a las familias para la mejora del bienestar emocional y que se concrete en un servicio de acompañamiento psicoemocional y educativo a adolescentes, jóvenes y sus familias. Se pone también el acento en facilitar la valoración, el diagnóstico y el tratamiento individual de las dificultades o trastornos del aprendizaje a los niños y adolescentes de familias sin recursos.
La estrategia subraya a la vez la importancia de mantener las ayudas comedor, con menús más sanos y sostenibles, y contemplar el espacio de mediodía como un espacio educativo inclusivo.
La estrategia también introduce la mirada de infancia y adolescencia al nuevo Plan de vivienda de Barcelona 2026-2033. En este ámbito, marca el plan, hay que impulsar el acompañamiento de las familias afectadas por un proceso de desahucio, a través del protocolo de familias y niños que sufren inseguridad residencial, una actuación que ya aborda el Servicio de intervención en situaciones de pérdida de la vivienda y ocupaciones (SIPHO).