La 41ª edición de la Feria de Santa Llúcia de Sant Julià de Lòria, celebrada durante este fin de semana, se ha cerrado con un balance positivo. Según ha valorado la cónsul menor del comú lauredià, Sofia Cortesao, el acontecimiento "ha cumplido el objetivo" de convertirse en un espacio pensado para todos los lauredianos y lauredianas, ofreciendo actividades para todas las edades y fomentando el reencuentro vecinal en el inicio de las fiestas de Navidad.
"Estamos contentos porque al final hemos cumplido el objetivo, que era crear una feria donde hubiera espacio para todos los lauredianos y lauredianas de todas las edades. Hemos tenido muestra gastronómica, con mucha variedad, y con gente del pueblo y también de fuera", ha declarado Cortesao, que ha añadido: "Es una feria pensada para la gente de Sant Julià, para que sea un espacio de reencuentro". La feria ha conseguido que la gente se quedara en la parroquia, tal como ha explicado la cónsul, gracias al ambiente festivo. "La gente del pueblo contenta de no tener que salir de Sant Julià para tener ambiente, música y este ambiente festivo", ha comentado.
La cònsol también ha subrayado la buena acogida de la muestra gastronómica, que ha contado tanto con participantes de la parroquia como de otros venidos de fuera. Entre las propuestas más celebradas, ha mencionado la presencia del cocinero Carles Flinch, que ha presentado la tapa ganadora de l’Andorra Taste. Paralelamente, los talleres infantiles y el pintacaras han estado llenos "hasta la bandera" durante toda la jornada, convirtiéndose en una de las actividades más concurridas, ha comentado Cortesao.
Otro de los puntos destacados de esta edición ha sido la implicación de las entidades culturales y sociales de la parroquia, que tradicionalmente participan en la feria. Como novedad, este año se ha sumado también un grupo deportivo de cheerleaders, el único de esta disciplina en el país. El grupo han ofrecido una exhibición por la que han conseguido "llenar la plaza a rebosar", ha celebrado Cortesao.