Ordino ha celebrado este domingo la representación popular de la farsa burlesca de 'L’Ossa d’Ordino' haciendo, como es habitual, una sátira de la actualidad ordinenca y del país. El guion ha estado cargado de ironía para criticar algunos aspectos de la parroquia, como por ejemplo el POUP (Plan de Ordenación y Urbanismo Parroquial), las malas comunicaciones que hay en la Cortinada y el transporte público o que en la parroquia hay más parques para perros que para niños.
"Una farsa, como cada año, muy interesante", ha valorado la cónsul mayor de Ordino, Maria del Mar Coma. "Este año han criticado, evidentemente, la L6 que es un tema que ya llevamos desde hace tiempo y el tema de la osa y a partir de aquí, cada uno con su opinión. Evidentemente, es algo que tienen que decir porque el pueblo se tiene que expresar", ha añadido la cónsul.
También ha habido tiempo para burlarse de algunos aspectos del país, como la visita fallida del copríncipe francés, Emmanuel Macron, la vivienda o las ganancias que acaban obteniendo siempre los que son los más ricos.
Un año más la Associació de Cultura Popular d’Ordino se ha encargado de representar esta función, que forma parte de las Fiestas del oso de los Pirineos reconocidas por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. En total, han participado una cuarentena de personas entre actores, músicos y organización, de las cuales 28 han sido actores. Una de las novedades de este año ha sido el reparto de caldo caliente para todos los asistentes minutos antes del inicio.
La representación no ha estado exenta de polémica. En una de las escenas se ha hecho salir a la ministra de Cultura, Mònica Bonell, por la cual le han tomado las medidas de su cabeza. Una metáfora para visibilizar la problemática que hay alrededor del registro de la marca de la cabeza del oso entre la Associació de Cultura Popular d’Ordino y un particular que ha hecho el registro de marca y ahora se supone que es propietario de la imagen de la cabeza del oso.
El registro de marcas registró la imagen de la máscara de la cabeza del oso, pero desde la asociación interpusieron una demanda porque "nos prohíben hacer uso de cualquier imagen que incluya al oso", ha explicado el presidente Albert Roig. Desde la entidad cultural defienden que esto no puede ser de esta manera porque la máscara "es patrimonio cultural" y porque "está protegido por el convenio de la UNESCO de 2003 y es un elemento que forma parte de una fiesta declarada por la UNESCO", ha detallado Roig. "Nadie se puede apropiar de un elemento que forma parte de la fiesta vía registro mercantil", ha añadido Roig.
Desde el comú explican que han intentado hacer de intermediarios para que las dos partes puedan llegar a un acuerdo. "Nosotros hicimos de intermediarios porque la persona que hizo el registro intentó con la asociación llegar a un acuerdo. A partir de aquí, son ellos quienes tienen que llegar a un acuerdo, nosotros ni forzamos una cosa ni forzamos la otra, simplemente estuvimos allí de intermediarios", ha asegurado Coma.
Desde la asociación, sin embargo, critican el intento de aproximación porque querían hacerles firmar un convenio para que los particulares "nos permitiera utilizar la imagen, pero eso no es ninguna mediación ni nada", ha fustigado Roig. La entidad descartó firmar el texto y, por lo tanto, continúan reclamando que el particular "retire su registro de marca porque no lo puede hacer según los convenios internacionales", ha comentado el responsable de la Asociación. Ahora están a la espera de que el propietario les denuncie, pero eso todavía no ha ocurrido. "En teoría él debería demandarnos, pero no lo ha hecho y dudamos mucho que lo haga porque sabe que lo tiene perdido", ha remarcado Roig.
"Es muy feo intentar apropiarse de un elemento que es del pueblo y que siempre ha sido del pueblo, lo usaba la cuadrilla y los jóvenes cuando representaban la osa a principios del siglo pasado que año tras año ha ido pasando por los diferentes jóvenes que han ido haciendo la representación e intentar apropiarse de él vía registro de marca nosotros consideramos que esto es un agravio muy grande a la cultura popular y un agravio al pueblo", ha reivindicado Roig.
Hace unos días, la corporación llegó a un acuerdo para poder exponer la máscara original en el común con el propietario de la marca, que ahora se puede visitar en las dependencias. "No, nosotros no hemos reconocido ninguna propiedad, lo único que hemos hecho es llegar a un acuerdo para que se especifique la situación, ni más ni menos. Aquí hay un dilema, un problema entre dos personas, y a partir de aquí nosotros intentamos poner paz dentro de la situación, si quieren poner paz la ponemos, si no, cada uno ya hará lo que tenga que hacer", ha aseverado Coma.
Desde la entidad ordenancista, también han criticado que el común no ha hecho de intermediario. "Cuando uno hace de árbitro quiere decir que es neutral, que pedir a una parte que se supediten a la otra y que firme un convenio en relación a la otra eso no es hacer de árbitro, eso es posicionarse a un lado y, por lo tanto, es lo que han hecho los cónsules posicionarse al lado de este señor y no al lado de la asociación", ha especificado Roig.