El Comú de Andorra la Vella ha presentado este lunes el Espacio Capital, el proyecto que quieren impulsar en la parcela frente al Gobierno donde estaba la antigua plaza de toros. La idea es que en este terreno de 10.500 metros cuadrados, 2.500 de los cuales de titularidad pública comunal, se pueda hacer un recinto ferial, una plaza pública y una nueva conexión hacia el paseo del río.
Se trata de un proyecto que es "una declaración de intenciones" de la parroquia que se quiere "abierta, cohesionada, competitiva y preparada para el futuro", tal como ha puesto de relieve el cónsul mayor, Sergi González. "Este es nuestro proyecto y no cerramos puertas, pero tampoco podemos esperar", ha añadido cuestionado sobre la intención del ejecutivo de que esta parcela pueda albergar el museo nacional.
Así, después de meses en que se ha visto que este espacio era una parcela que presentaba "carencias", que se encuentra "deteriorada" y a la que se puede sacar un mayor rendimiento, se empezó a pensar en el proyecto que podría ir. Y más teniendo en cuenta que actualmente se paga un alquiler de 30.000 euros mensuales y que el parking que se explota tiene un déficit anual de unos 193.000 euros.

Por lo tanto, al constatar que "no es un espacio público del que disfrute la ciudadanía" y viendo la necesidad de puntos de "cohesión social" y donde haya proyectos que puedan contribuir a la revitalización de la parroquia se decidió empezar a trabajar para definir este espacio público. Las fases de trabajo han sido precisamente el diagnóstico y la definición del proyecto y la negociación para cerrar con la propiedad un contrato a largo plazo, de hecho 25 años, que permitirá un ahorro de cuatro millones respecto de la situación actual, que es de renovación año a año.
Además, se dejarán de gastar 600.000 euros que cuesta actualmente el alquiler del entoldado de la feria más 100.000 de otros costes de Cultura por falta de escenarios. Una vez que el nuevo contrato se apruebe el jueves en sesión de consejo de comú se definirá el proyecto técnico y la concreción por fases, con la intención de que el concurso para la construcción se pueda impulsar a finales de año y ya se pueda celebrar la Feria de Andorra la Vella de 2027 en el espacio ferial. En cuanto al coste, ahora también se tendrá que definir teniendo en cuenta el diseño.
Así, según ha detallado la cónsul menor, Olalla Losada, en el espacio propiedad del comú, de 2.500 metros cuadrados, se hará una plaza pública, debajo de la cual se albergará un aparcamiento, que aún se tiene que acabar de definir si se aprovechará sólo el desnivel de ocho metros entre la parcela y la calle Prat de la Creu o se hará también excavación. En cuanto al espacio ferial, se ha puesto de relieve que "la parroquia necesita" un equipamiento de estas características porque actualmente incluso se deja de hacer actividades por falta de un espacio donde hacerlas. Será una estructura que se concibe como desmontable y reubicable porque "si nunca hay otra necesidad" se podría reinstalar. Se tratará de un espacio "polivalente, modular y flexible". También se prevé una conexión con el paseo del río teniendo en cuenta que actualmente se trata de una "zona poco dignificada, que no ayuda a la conexión" y se quiere de esta manera acercar la zona fluvial.

El encaje del museo nacional
Cuestionados sobre el proyecto del museo nacional, Losada ha detallado que el mes de febrero se hizo llegar esta propuesta al Gobierno, más concretamente a los ministerios de Turismo y Cultura, y, por lo tanto, teniendo en cuenta que el ejecutivo la "tiene sobre la mesa", ahora el museo que prevean "lo tendrán que hacer pensando en este proyecto". En consecuencia, ahora tendrá que ser el ejecutivo quien evalúe si en este espacio "le cabe o no" este futuro museo.
"Nuestro proyecto es este, esta es nuestra propuesta, esto es lo que le hacemos llegar al Gobierno, y si el Gobierno tiene una necesidad, ya sea de museo, de multifuncional, sea de lo que sea es él quien tiene que hacer la propuesta y nosotros una vez la tengamos sobre la mesa la estudiaremos, pero siempre y cuando no vaya en perjuicio de la ciudadanía", ha argumentado la cónsul menor, que ha defendido que este es un proyecto "muy bueno" para Andorra la Vella.
"Estamos abiertos a dialogar y hacerlos partícipes", ha añadido el cónsul mayor, que ha reiterado que lo que no podía hacer el comú era no actuar teniendo en cuenta "las necesidades de la ciudadanía" y la oportunidad que surge con esta parcela. En este sentido, ha defendido que el proyecto "no es reactivo ni improvisado" sino que es fruto de un trabajo "planificado" y que nace con diferentes propósitos, entre los cuales generar espacio de encuentro ciudadano, que sirva para el desarrollo económico y que para renaturalizar el entramado urbano.
