La reducción de la velocidad a 100 km/h en la AP-7 en el tramo sur y a 80 km/h para los camiones es una de las medidas que el Servei Català de Trànsit estudia para reducir la siniestralidad. Así se expuso en una reunión mantenida el miércoles entre el director de Trànsit, Ramon Lamiel, y representantes del sector del transporte. La propuesta, todavía en fase de estudio, afectaría unos 30 kilómetros entre Amposta y L'Hospitalet de l'Infant en sentido sur. Si finalmente se valida, se tendría que elevar al gobierno español.
La Federación Empresarial de Autotransportes de Tarragona ya ha advertido que este tipo de medidas son solo “parches”, y denuncia que el tramo de la AP-7 en el Ebro con solo dos carriles es insuficiente para absorber los 12.000 camiones diarios que circulan por él.
Los últimos días, dos accidentes han provocado cortes prolongados en la AP-7: un camión cisterna en L'Ametlla de Mar el fin de semana, y un siniestro con tres camiones implicados el martes en L'Aldea.
El mismo martes, Lamiel ya había apuntado que Trànsit estudiaba una reducción de velocidad. En declaraciones a la ACN, explicó que se está analizando la siniestralidad en la demarcación de Tarragona, especialmente en el tramo del Ebro. Entre Calafat y Camarles, en sentido sur, hay una recta de bajada “muy imponente” donde los camiones “sufren”. En este sector, además, los camiones tienen prohibido adelantar y tampoco pueden circular por la N-340.
“Hay un proyecto del Ministerio sobre velocidad variable y nos parece muy bien, pero nosotros también analizaremos tocar velocidades en esta zona para controlar la vía en este tramo concreto del Ebro”, afirmó Lamiel.
Los transportistas de la provincia insisten en que la solución pasa por convertir la N-340 en autovía y ampliar la AP-7 con un tercer carril, y no por reducciones de velocidad provisionales.
