El departamento de Interior y Seguridad Pública ha anunciado este jueves que los Mossos d'Esquadra y los Agentes Rurales han identificado y denunciado a una persona como presunta responsable del incendio de Paüls, ocurrido el pasado 7 de julio. Según las autoridades, la persona está acusada por una "actitud negligente" por haber tirado cenizas en una zona agrícola, hecho que habría provocado el inicio de las llamas que arrasaron más de 2.391 hectáreas de terreno.
El fuego, que se desató en pleno verano, afectó de manera importante el parque natural de Els Ports, uno de los espacios naturales más emblemáticos de la región, y causó la muerte de un bombero de la unidad de Granollers, que estaba participando en las tareas de extinción del fuego.
La negligencia detrás del fuego
Durante la rueda de prensa donde se ha hecho balance de la campaña forestal, el inspector jefe de los Agentes Rurales, Antoni Mur, ha detallado que la causa del incendio estaría vinculada a la negligencia de una persona que tiró cenizas en una zona agrícola. Esta acción provocó el inicio de las llamas, que se extendieron rápidamente, causando grandes daños a la región. "Hay una persona denunciada por una presunta actitud negligente y que es la que creemos que causó el incendio", ha señalado Mur, indicando que la investigación sigue su curso.
Un verano marcado por la emergencia de incendios
La consejera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, ha destacado que este verano ha sido particularmente complicado debido a la emergencia de tres incendios críticos en Cataluña. Además del incendio de Paüls, los otros dos fuegos más virulentos fueron el incendio de Torrefeta i Florejacs (Lleida), que quemó 5.056 hectáreas y se cobró la vida de dos personas, y un episodio de incendios simultáneos en los días 21 y 22 de junio. Estos dos últimos incendios fueron responsables de un 86,44% de la superficie quemada durante el verano.
En total, entre el 1 de junio y el 15 de septiembre, se registraron 2.168 incendios de vegetación en toda la región, lo que representa un aumento del 62,6% en comparación con la campaña de 2024. Estos números reflejan una tendencia preocupante de crecimiento de los incendios forestales, lo que subraya la urgencia de reforzar la prevención.