Los Bomberos de la Generalitat llevan semanas visitando los pueblos afectados por el incendio de Paüls, donde surgió la iniciativa, para hablar con los niños del fuego y de su profesión. En la iniciativa, llamada 'Fuego mirado sin miedo', el inspector jefe de la región de emergencias de las Tierras del Ebro, Ricard Expósito, y un grupo de efectivos han explicado cómo se trabaja en la extinción de incendios y han hecho pedagogía sobre el respeto al fuego y los espacios seguros que son los pueblos. De este modo, se ayuda a los menores a olvidar el miedo y la angustia vivida durante el incendio forestal y también han jugado con ellos para "desmitificar" el trabajo que hacen. "No hace falta ser un superhombre o una supermujer para ser bombero. Tienes que estar supermotivado", ha apuntado Expósito.
Cuando aún no se había extinguido el incendio, en Paüls se pidió a los Bomberos de la Generalitat que vinieran a hablar con los más pequeños del pueblo, que se habían contagiado de la angustia y el sufrimiento de los adultos y habían sido testigos de un virulento incendio forestal a las puertas de casa que les inquietaba. Con el nombre de 'Fuego mirado sin miedo', los Bomberos han visitado los cinco municipios afectados por el incendio, Paüls, Tivenys, Aldover, Xerta, y este jueves, Alfara de Carles, y han interactuado directamente con los más pequeños para calmarlos.
Como explica Ricard Expósito, inspector jefe de la región de emergencias del Ebro, han encontrado a unos niños con cierto trauma y con miedos y problemas como dormir por la noche, "por si se quemaba el pueblo". Las conversaciones y las actividades con los bomberos han ayudado a identificar y "reconducir" esta angustia para que los niños "mantengan el respeto al fuego", pero no le tengan temor. "Les hemos enseñado que el pueblo no se puede quemar, que es un lugar seguro, como el entorno familiar, y hemos intentado hacer esta división entre el fuego y la seguridad", ha explicado el inspector.
Trabajadores públicos
Otro de los objetivos de la iniciativa ha sido "desmitificar el trabajo del bombero y de la bombera". Les han contado a los niños que ellos "no son superhéroes", "no llevan capa ni se marchan volando hacia casa" y que para hacer este trabajo lo que hace falta es "supermotivación". "Somos trabajadores públicos, como es un maestro, un médico, un asistente social", les han contado. "Cuando sean mayores podrán decidir también incorporarse al cuerpo de bomberos para hacer el trabajo que hacemos", ha añadido Expósito.
Después de la charla, los niños y niñas han podido probar la ropa y los equipos de extinción, subir al camión, hablar por las emisoras, hacer funcionar las mangueras de agua y aprender cómo mejora el trabajo en equipo, cuando está organizado y bien repartido. Para rematar la actividad, los bomberos les han remojado con espuma.
Enseñar el trabajo completo
De la iniciativa 'Fuego mirado sin miedo', el jefe de la región ebrense de emergencias asegura que también se llevan aprendizajes. "Tenemos que mejorar aspectos comunicativos, en todas las franjas de edad y tenemos que intentar ser más proactivos, dentro de las limitaciones que tenemos porque somos los que somos. No tenemos la plantilla que nos gustaría para hacer todo este tipo de actividades", ha apuntado.
Aun así, Expósito ha insistido en que hay que mejorar la pedagogía sobre el trabajo que se hace más allá de la extinción de incendios y asistencia en emergencias para que la gente no se asuste cuando les ve. "Si los bomberos sólo nos tienen que ver cuando pasan cosas, es que estamos haciendo cosas mal", ha lamentado. "Tenemos que dar a conocer más las tareas de preparación que hacemos, no sólo del territorio, sino de la población, como también hemos podido captar estos días que hemos hecho reuniones con los vecinos de los pueblos afectados", ha explicado.