Lo que debía ser una jornada festiva para cerrar la 80ª edición de la Vuelta Ciclista a España se convirtió ayer en un escenario de tensión y enfrentamientos. Miles de manifestantes propalestinos ocuparon varios puntos del recorrido para expresar su rechazo a la presencia del equipo Israel–Premier Tech en la competición. Los cortes en las principales vías madrileñas y los lanzamientos de objetos provocaron cargas policiales y, finalmente, la suspensión definitiva de la carrera a 56 kilómetros de la meta.
Según la Delegación del Gobierno, las protestas movilizaron cerca de 100.000 personas y terminaron con dos detenidos y 22 agentes heridos. El dispositivo policial, con más de 1.500 efectivos, no pudo evitar que los manifestantes rompieran el perímetro de seguridad y obligaran a interrumpir la carrera. La ceremonia de podio también quedó cancelada y el ganador, el danés Jonas Vingegaard, no pudo recoger su premio.
Reacciones políticas enfrentadas
Ayuso y el PP: acusaciones al gobierno
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado directamente al presidente español, Pedro Sánchez, como “responsable directo” de lo que pasó, acusándolo de “fomentar el boicot”. “Tanto si se para la carrera como si hay una sola agresión”, escribió en X, “es culpa suya”. Ayuso también ha reprochado a Sánchez que “haga daño al deporte y al país”.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha denunciado en una carta abierta que el gobierno español “ha permitido e inducido” la suspensión de la carrera. Según Feijóo, Sánchez “está orgulloso del comportamiento de unos pocos que, para mostrar apoyo a Gaza, han lanzado vallas contra la policía”, poniendo en riesgo “la organización, corredores y periodistas”. El dirigente popular ha subrayado que defiende la libertad de expresión, “siempre que no implique ni violencia ni incidentes”, y ha añadido: “Esta es mi manera de defender la posición mayoritaria de una nación civilizada y democrática como es España”.
El gobierno y sus socios: apoyo a la protesta
Desde el PSOE, Pedro Sánchez ha mostrado "respeto por los deportistas" pero también “admiración” por un pueblo como el español que se moviliza “por causas justas como la de Palestina”. El partido ha defendido en X que “España dice no al genocidio”, y que el pueblo de Madrid “dignifica España ante el mundo”.
El ministro de Transformación Digital y líder del PSOE madrileño, Óscar López, ha afirmado: “Lo siento por la Vuelta, pero lo siento mucho más por los cientos de miles de palestinos masacrados”. En la misma línea, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha defendido que “España vuelve a ser un faro mundial en la defensa de los derechos humanos” y ha afirmado que no se debería haber utilizado la carrera para “blanquear” lo que ha calificado de “genocidio”.
La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha reprochado a Feijóo que relativizara el impacto de la violencia en Gaza, criticando que se refiriera a “pérdidas civiles de personas de origen palestino” en lugar de hablar de genocidio.
Sánchez cuestionado
Desde Israel, el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, ha acusado a Pedro Sánchez de “incitación” a los manifestantes. A través de la red X, Saar ha lamentado que se hubiera suspendido un evento “motivo de orgullo para España” y ha cargado contra el presidente español, diciendo que su gobierno es una “vergüenza para España”.
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha afirmado que Sánchez “ha sacado a sus milicias a la calle”. En sus palabras: “Le da igual Gaza, le da igual España, le da igual todo”.
Aparte, el Sindicato Unificado de Policía, ha pedido la dimisión inmediata del Delegado del Gobierno en Madrid Francisco Martín, y han anunciado medidas legales contra él por ser responsable de un dispositivo en el que dicen "se ha puesto en riesgo la vida de miles de personas que acudieron al evento y además, la de los policías, al impedir que se utilizaran los medios de protección y material antidisturbios desde el inicio de los ataques antisistema". Además, desde la organización sindical amenazan con concentraciones de protesta.
Martín, por su parte no ha contestado a estas acusaciones, y se ha limitado a decir que "El pueblo de Madrid ha enviado al mundo un mensaje de solidaridad, humanidad y empatía con el sufrimiento del pueblo palestino".
Los Comunes y el activismo: "Palestina ha ganado la Vuelta"
Desde el espacio de los Comunes, se ha aplaudido la movilización ciudadana como una muestra de fuerza y dignidad. La coordinadora nacional, Candela López, ha afirmado que “la Vuelta la ha ganado Palestina”, mientras Gemma Tarafa ha añadido que “Israel no puede tener presencia ni en la Vuelta, ni en Eurovisión, ni en ningún evento internacional”.
Esta posición ha sido compartida por la vicepresidenta Yolanda Díaz, que ha manifestado que la sociedad española “no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos”. Para ella, la ciudadanía ha dado un ejemplo de “dignidad”.
Una cicatriz en el deporte español
La Vuelta 2025 ha terminado de forma abrupta, con una etapa suspendida, una ceremonia anulada y un país enfrentado. Las repercusiones internacionales, especialmente las críticas de Israel, y el enfrentamiento entre los partidos políticos españoles apuntan a que este episodio marcará un antes y un después en la relación entre deporte, política y conflictos globales en España.
La imagen de ciclistas parados a pocos kilómetros de la meta, escoltados por la policía hacia los hoteles, queda como símbolo de un país dividido entre la condena a la guerra y el respeto al orden público, entre el deporte y la política, y entre la protesta y la institucionalidad.