Telefónica volverá a aplicar un plan de ajuste laboral de gran alcance. La compañía ha convocado para el 17 de noviembre una reunión con los principales sindicatos —UGT, CCOO y Sumados-Fetico— para explicarles los detalles de su nuevo plan estratégico y abordar la posibilidad de un expediente de regulación de empleo (ERE) que podría afectar a entre 5.000 y 6.000 trabajadores.
La medida se enmarca dentro del programa “Transform & Grow”, la nueva hoja de ruta de Telefónica para los próximos cinco años. El objetivo es reducir gastos por valor de 3.000 millones de euros hasta 2030, de los cuales 2.300 millones se aplicarían antes de 2028. El plan apuesta por optimizar procesos, incrementar la eficiencia operativa e impulsar la digitalización para ganar competitividad en un mercado de las telecomunicaciones cada vez más exigente.
Aunque la compañía había insistido en que “no había sobre la mesa ningún ERE inminente”, la reunión del lunes apunta a un cambio de escenario. Fuentes sindicales aseguran que la empresa quiere iniciar un proceso de ajuste voluntario, basado en prejubilaciones e incentivos a la salida, siguiendo el modelo de otras reestructuraciones aplicadas en el pasado.
Durante el encuentro, la dirección detallará qué departamentos podrían verse afectados y cómo se gestionarán las negociaciones, que se prevé que se abran formalmente antes de que acabe el año. El objetivo sería incluir el impacto económico del plan en el cierre contable de 2025.
Telefónica registra pérdidas por más de 1.000 millones de euros
El movimiento llega en un momento delicado para la multinacional, que entre enero y septiembre ha registrado pérdidas de 1.080 millones de euros, según los datos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los ingresos se han reducido un 2,8%, hasta los 26.970 millones, y el ebitda ha caído un 3,6%, situándose en 8.938 millones. Telefónica atribuye estas cifras al efecto de los tipos de cambio y a la desinversión en mercados latinoamericanos como Argentina, Perú o Ecuador.
El tercer trimestre tampoco ha sido positivo: la compañía obtuvo un beneficio neto de 276 millones, un 1,6% menos que el año anterior.
Con el nuevo plan estratégico, Telefónica, dirigida por Marc Murtra, quiere reforzar su liderazgo en los mercados de España, Alemania, el Reino Unido y Brasil, con una previsión de crecimiento medio de los ingresos de entre el 1,5% y el 2,5% anual hasta 2028. La empresa también ha anunciado que reducirá el dividendo a la mitad en 2026, pasando de 0,30 a 0,15 euros por acción, y que el nuevo sistema de remuneración de los accionistas se basará en un rango del 40% al 60% del flujo de caja libre.
El posible ERE llegaría tan solo un año después de que la compañía y los sindicatos firmaran el primer marco social de Telefónica en España, un acuerdo pionero que sentó las bases del diálogo social dentro de la empresa. Ahora, aquel documento podría servir como punto de partida para una nueva negociación que se prevé compleja y que afectará a miles de familias trabajadoras en todo el Estado.