Inditex ha dado un paso decisivo en la transformación de su modelo comercial y el primer impacto ya se nota con fuerza en España: Zara, la su marca más emblemática, cerrará 52 establecimientos en los próximos tres meses. El movimiento se enmarca en la estrategia de la compañía gallega de reducir puntos de venta para reforzar aquellos espacios más grandes y tecnológicamente avanzados, capaces de ofrecer una experiencia de compra diferente de la tradicional.
La reestructuración no se ha limitado al mercado español. Durante el primer trimestre de 2025, Inditex ha clausurado un total de 136 locales en todo el mundo, lo cual supone un recorte del 2,4% de su superficie comercial. Actualmente, el grupo cuenta con 5.562 tiendas repartidas globalmente, frente a las 5.698 de hace un año.
La competencia en el sector de la moda, con marcas digitales como Shein, Amazon o Zalando, ha empujado al gigante textil a priorizar la digitalización y a redefinir el papel de las tiendas físicas. En este nuevo contexto, el cliente ya no busca solo producto, sino rapidez y una experiencia de compra diferencial.
Otras marcas del grupo también han sufrido ajustes: Oysho ha cerrado 34 tiendas, Zara Home 21, Massimo Dutti 20 y Stradivarius 10. Bershka ha reducido un único establecimiento, mientras que Pull&Bear ha sido la excepción, abriendo dos nuevos.
Con este plan, Inditex deja atrás la etapa de expansión masiva y apuesta por una red más reducida pero estratégicamente situada, con el objetivo de consolidar la rentabilidad y adaptarse a las nuevas dinámicas del consumo de moda.
