La aplicación del incremento de la tasa turística no llegará hasta la primavera de 2026. Según ha avanzado El Periódico y ha confirmado la Agència Catalana de Notícies a través de fuentes del Departament d’Economia i Finances, el Govern ha pospuesto la medida al menos hasta abril de aquel año.
El ejecutivo catalán y los Comuns, con el apoyo de ERC, negocian desde principios de año el aumento del tributo, que en un primer momento debía entrar en vigor el mayo pasado por la vía de un decreto ley. Finalmente, però, la Generalitat optó por tramitarlo como proyecto de ley, hecho que ya retrasó su aplicación hasta octubre de este 2024. Ahora, la nueva decisión supone aplazar la entrada en vigor un año y medio més.
El acuerdo inicial entre Govern y Comuns establecía duplicar la tasa y aplicarla a todos los establecimientos turísticos —hoteles, apartamentos y también cruceros—. En Barcelona, el gravamen podía llegar hasta un máximo de 15 euros por persona y noche. Como contrapartida al aplazamiento, las partes pactaron destinar a políticas de vivienda los aproximadamente 60 millones de euros que se dejarán de recaudar mientras no se aplique la nueva tarifa.
El retraso responde a la manera como está configurado el calendario de liquidación de este impuesto, que se divide en dos períodos anuales: abril, que incluye los meses de primavera y verano, y octubre, correspondiente a la temporada de otoño e invierno.