El Servei Català de Trànsit (SCT) ha organizado un dispositivo con 1.767 agentes de los Mossos d'Esquadra para la operación salida del 11 de septiembre. Los agentes prevén hacer más de 1.300 controles. El dispositivo comienza este miércoles 10 de septiembre a las tres de la tarde y terminará el domingo 14 de septiembre a las doce de la noche. En la primera fase de la operación, entre mañana y el jueves, se espera que 470.000 vehículos abandonen el área metropolitana de Barcelona. Para el regreso, el SCT calcula que serán 260.000 los automóviles que volverán a la zona de la capital catalana. En función de la meteorología, se espera que la mayor parte de la movilidad sea aún hacia destinos litorales, tanto hacia la Costa Brava como hacia la Costa Dorada.
Los agentes de tráfico actuarán de manera proactiva para prevenir siniestros viales, mediante controles preventivos y vigilancia de comportamientos que comprometen la seguridad, como el exceso de velocidad, las distracciones o la conducción; bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Asimismo, se mantendrá una capacidad de respuesta "ágil" ante cualquier situación que pueda afectar a la movilidad, como averías, condiciones meteorológicas adversas o incidentes viales. La gestión integrada del dispositivo se llevará a cabo en colaboración con el SCT, el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), los titulares de las vías y otros actores implicados.
Los agentes llevarán a cabo 1.305 controles tanto en las vías de máxima movilidad como en vías secundarias, 363 de los cuales de alcoholemia y drogas, 206 de seguridad pasiva, 184 de motocicletas, 239 de distracciones, 191 de velocidad y 122 de transportes.
Medidas especiales
Para minimizar las afectaciones viales se habilitarán medidas especiales de ordenación y regulación del tráfico en la C-31, la C-65, la N-II y la GI-662, en la Costa Brava. Además, el carril bus-VAO de la C-58 se abrirá a todos los vehículos (a excepción de camiones de más de 7,5 toneladas).
De cara al regreso del domingo 14, el SCT dispondrá carriles adicionales en sentido contrario al habitual en la AP-7 entre Sant Celoni y Montornès del Vallès en el tramo norte y entre Vilafranca y Molins de Rei en el tramo sur, así como en la C-32 entre Sant Andreu de Llavaneres y Montgat. El objetivo de la medida es facilitar los desplazamientos en sentido Barcelona, si las necesidades del tráfico y las condiciones de seguridad lo permiten.
En todos estos tramos donde habrá carril adicional, los camiones de menos de 7,5 toneladas deberán circular a 80 kilómetros por hora como máximo por el carril derecho y tendrán prohibido realizar adelantamientos.
Por otro lado, entre las dos del mediodía y las diez de la noche del domingo se limitará la velocidad a 100 kilómetros por hora en la AP-7 entre Vilafranca y el Papiol (o entre Vilafranca y Subirats, si no se instalara el carril adicional).