16 personas han muerto ahogadas en las playas catalanas, tres en piscinas y tres más en aguas interiores en el primer tramo de la campaña de baño en Cataluña. Se trata de cuatro personas más respecto al mismo período del año pasado. Ante estas cifras y con el inicio de agosto, el Gobierno hace un llamamiento a la prudencia y la "responsabilidad colectiva" a la hora de disfrutar del medio acuático ante la elevada cifra de víctimas de ahogamiento registradas en el primer tramo del verano. En la campaña de 2024 hasta el 30 de julio se registraron 11 víctimas mortales en playas, cuatro en piscinas y tres en aguas interiores.
Las muertes en las playas se han incrementado después de las tres personas que fallecieron este martes ahogadas, un hombre alemán de cincuenta y cuatro años en Cambrils, y dos hermanos menores de edad de nacionalidad británica en Salou. Las víctimas mortales se han producido en todo el litoral catalán, pero especialmente en la Costa Central y la Costa Brava. En muchos casos, los ahogamientos han tenido lugar en playas vigiladas con bandera verde, pero también en zonas no vigiladas o fuera del horario del servicio de socorrismo.
El perfil más habitual es el de un hombre mayor de 65 años que se baña solo, a menudo con enfermedades previas, una tendencia que ya se observó en temporadas anteriores. Ya se habían registrado nueve víctimas mortales en las playas antes del inicio oficial de la campaña de baño, el 15 de junio.
Piscinas y aguas interiores
En el caso de las piscinas, desde el 15 de junio han muerto tres personas por ahogamiento, y 15 más han resultado heridas con diferentes grados de gravedad, de las cuales 13 son niños, muchos de ellos menores de seis años. Los ahogamientos se han producido en piscinas particulares, comunitarias, municipales y de alojamientos turísticos. En muchos casos, había adultos cerca, pero sin supervisión directa y continuada.
En aguas interiores también ha habido tres ahogamientos mortales, todos ellos de hombres jóvenes que se bañaban en zonas no habilitadas, como ríos, pozas y pantanos. El caso más grave ha sido el doble ahogamiento en el pantano de Camarasa (Noguera). Este tipo de espacios presenta riesgos añadidos como corrientes, profundidades repentinas, rocas o dificultades para acceder, a lo que se suma que a menudo no hay cobertura para avisar al teléfono de emergencias 112.