La consellera de Interior, Núria Parlon, ha avanzado este viernes un primer paquete de actuaciones para reducir la siniestralidad en la AP-7 a su paso por el Ebro, tras los graves accidentes registrados en los últimos días. Entre las medidas previstas se encuentran la reducción de los límites de velocidad, la instalación de radares “intensivos” y la realización de controles con drones e inspecciones específicas a los camiones.
Parlon ha explicado que la semana próxima ofrecerán más detalles en una rueda de prensa, pero ha confirmado que la velocidad se limitará a 100 km/h para los turismos y a 80 km/h para los camiones. También ha remarcado que, paralelamente a las mejoras en la infraestructura en las que trabajan el Departament de Territori y el Ministerio de Transportes, es necesario aplicar “medidas de choque” inmediatas, que incluirán controles específicos de los Mossos d’Esquadra destinados sobre todo al transporte pesado. Parlon ha recordado que por este tramo circulan 12.000 camiones diariamente, y que la vigilancia se focalizará tanto en la conducción como en el estado de los vehículos.
Los últimos incidentes han puesto en alerta a la administración: el fin de semana pasado un camión cisterna provocó un corte largo en L'Ametlla de Mar, y el martes un choque entre tres camiones en L'Aldea volvió a paralizar la autopista.
Según la consellera, reducir la accidentalidad en el tramo requiere una combinación de inversiones y actuaciones inmediatas. En este sentido, ha reiterado que los nuevos límites de velocidad se acompañarán de radares “intensivos” y de controles aéreos: "Estas son dos de las medidas de choque que pondremos, además de hacer controles con drones a determinadas horas". Parlon ha subrayado que se trata de un tramo con una alta circulación de camiones, lo que obliga a reforzar la vigilancia.
