El presidente del gobierno español y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado ante el Comité Federal un conjunto de 13 medidas para blindar el partido contra la corrupción y el machismo. En plena tormenta interna por el caso Cerdán y la renuncia de Francisco Salazar a raíz de unas denuncias de acoso, Sánchez ha reafirmado su voluntad de seguir liderando el partido y agotar la legislatura: "Vosotros me eligió como capitán de este barco, y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar, se queda a capear el temporal,salvar el rumbo y llegar a puerto".
Refuerzo de los controles internos y tolerancia cero
Sánchez ha comparecido, asegurando que asume los errores cometidos: "Pido perdón por haber confiado en personas que no lo merecían. Pero no fallaré a la hora de impulsar una regeneración democrática que este partido se merece." Así, ha anunciado una batería de medidas centradas en tres grandes ejes: control interno, transparencia y protocolos antifraude.
Las acciones incluyen la doble firma para cargos orgánicos clave, la reforma de los estatutos para reforzar la declaración de bienes, controles patrimoniales aleatorios y un canal de denuncias blindado con protección para los alertadores. También se reforzará la Comisión Federal de Ética y se creará un protocolo antifraude, a propuesta del PSC.
En otro gesto contundente, el presidente ha asegurado que se reformará el protocolo contra el acoso sexual y que se expulsará de forma inmediata a cualquier militante que pague por servicios sexuales. "Tolerancia cero ante el machismo", ha sentenciado.
El caso Salazar rompe la planificación
La jornada, pensada para relanzar la confianza en el PSOE, ha estado marcada por la salida abrupta de Francisco Salazar, hasta ahora Coordinador Institucional de Presidencia, y previsto como adjunto a la nueva secretaría de organización. El escándalo ha estallado por unas informaciones sobre comportamientos sexuales inadecuados en el entorno de trabajo. Tanto Moncloa como Ferraz aseguran que no hay ninguna denuncia formal, pero se han activado diligencias internas para esclarecer los hechos.
Esta crisis ha provocado críticas dentro y fuera del partido. Varias federaciones territoriales han pedido su exclusión inmediata y el PP ha aprovechado la situación para cuestionar la credibilidad de Sánchez: "Es tan buen presidente como cazatalentos", han ironizado desde Génova.
Contra las "amenazas" y la "hipocresía"
Sánchez también ha cargado contra el PP y, en particular, contra el expresidente José María Aznar, a quien acusa de promover el odio y la crispación: "El PP ofrece el pasado, la mentira, la corrupción de Aznar y Rajoy y la sumisión a los ultras de Feijóo", ha dicho. "Nos ven como enemigos contra lo que vale todo, mentiras, odios y amenazas, y no son nuevas para el PSOE", ya que, según ha dicho el presidente, en 146 años sus dirigentes han sufrido "cárcel y cosas peores", pero el partido "sigue aquí, de pie y gobernando".
Voluntad de agotar la legislatura
Pese a los vientos en contra, Pedro Sánchez ha cerrado su discurso con una declaración clara de intenciones: "Es la hora del compromiso, de la resiliencia, del optimismo, de mostrar a la ciudadanía de qué estamos hechos los socialistas", ha dicho.
Con un partido herido, pero aún en el gobierno, el líder socialista apuesta por resistir, regenerar y recuperar la iniciativa política en un contexto donde la confianza ciudadana es más frágil que nunca.