La Noguera: una comarca demasiado grande para ser invisible

Artículo de opinión de Marc Solanes i Roca, paer de Junts per Balaguer y diputado en la Diputación de Lleida

Marc Solanes i Roca
11 de agosto de 2025 a las 18:55h

La Noguera es la comarca más extensa de los Países Catalanes, pero a menudo parece que no exista en los despachos donde se toman las decisiones. Balaguer es todavía la única ciudad de la veguería de Lleida que no dispone de autovía, y el gobierno continúa sin incluirla en su planificación de infraestructuras. La ampliación del polígono Campllong, fundamental para generar empleo, pendiente. La nueva base de los Agentes Rurales, con retrasos inexplicables. Y la Escuela Mont-roig de Balaguer, a pesar de ser urgente, no avanza.

En cuanto a la Diputación de Lleida, el Plan Zonal de Carreteras se ha demostrado insuficiente. La red viaria local, imprescindible para la agricultura y la conexión entre pueblos, se encuentra en un estado deficiente. Y los retrasos en los pagos de ayudas a ayuntamientos, entidades y clubes deportivos van camino de récord Guinness. También está en curso, tantos años después, el plan director para Mont-rebei y la declaración del Montsec como Parque Natural, un gran revulsivo que no puede materializarse en otro chiringuito en Tremp.

Y si miramos más arriba, Madrid tampoco cumple. El caso del pantano de Rialb es paradigmático: un proyecto que hace veinticinco años inundó tierras y desplazó familias, con compensaciones que aún se esperan. Otro ejemplo más reciente: la centralización de los juzgados de violencia de género en la ciudad de Lleida. Un hecho que si no se rectifica obligará a muchas mujeres de la comarca a realizar desplazamientos largos y costosos, en situaciones de extrema vulnerabilidad.

A todo esto se suman dos grandes retos. Por un lado, la gestión forestal y la prevención de incendios, ahora claramente insuficiente. El incendio de Torrefeta ha sido, en palabras del president Rull, una advertencia de la potencia destructora del cambio climático. Hemos visto quemar centenares de hectáreas en Oliola y en Cabanabona. De este último, el 90% del término municipal. Es necesaria una política preventiva real, mejorar las líneas eléctricas, facilitar las quemas de márgenes y recuperar el helipuerto de Tiurana.

Por otro lado, el reto demográfico. La gran mayoría de municipios pierden población a un ritmo alarmante. Tenemos uno de los índices de sobreenvejecimiento más altos y la natalidad no remonta. Sumemos la emigración juvenil. Sin trabajo/fibra ni vivienda disponible, los pueblos se siguen vaciando.

Aun así, hay motivos para el optimismo. La línea de tren Lleida – La Pobla de Segur continúa recibiendo nuevas inversiones e incrementando los pasajeros, que se han multiplicado por seis en diez años, y espera definitivamente la tranviarización en Balaguer. La futura planta de biogás de la Sentiu de Sió, una vez superados los trámites ambientales y urbanísticos, puede ser una oportunidad de desarrollo sostenible. También eventos que hemos vivido este curso como la Jornada Porcina de Artesa de Segre, el 150 aniversario del Ranxo de Ponts, el Concurso Catalán de la Raza Frisona en Vallfogona de Balaguer, la 10ª edición del Gargar de Penelles o el Mundial de Ala Delta en Àger demuestran la fuerza de las tradiciones y el dinamismo de los sectores económicos.

La Noguera no pide caridad. Exige compromiso. Es demasiado grande para ser invisible y demasiado viva para ser olvidada. Es necesario un impulso político valiente, más ambición y visión de futuro. No podemos seguir viviendo de promesas incumplidas. Ya es hora de actuar.

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