Una tarde de Halloween de 2025 nacía el embrión de la futura Área Metropolitana de Tarragona, el glamour por delante de todo.
Vaya por delante el hecho de poner en valor la iniciativa y el hecho de ponerse de acuerdo un grupo de alcaldes y alcaldesas de la demarcación, aunque el 80% sean del mismo partido, tiene su mérito.
No podemos negar que la aventura metropolitana nace con más incógnitas que certezas. Crear una Asociación que se llame Área Metropolitana está bien, hacer un Área Metropolitana, tout court, es otra historia.
Hay muchas dudas, pero personalmente creo que hay que poner la atención también en el detonante de esta unión de alcaldes y municipios.
Empecemos por las dudas; una de las premisas de un Área metropolitana es la continuidad territorial, me atrevería a decir que la de Tarragona es la única del mundo que no la tendrá, más mérito aún, si se logra el éxito. Leemos que Montblanc y El Vendrell se quieren sumar, y otros municipios que no tienen ninguna continuidad territorial con el corazón de la AMT.
No parece que sea un buen criterio metropolitano eso de sumar a quien sea, si todo el mundo es metropolitano nadie es metropolitano.
¿El Área Metropolitana de Tarragona será una institución como la de Barcelona reconocida por ley en el Parlament?
Si es así, los ciudadanos se preguntarán ¿mantendremos los consejos, las diputaciones, crearemos una administración más? En Barcelona cuando se creó el AMB se suprimió el consejo comarcal del Barcelonès, ¿aquí pasará lo mismo con el Tarragonès? Los ciudadanos están mareados de tantas administraciones, y que a menudo ven y creen poco eficientes.
Decía, también, de poner el acento en el detonante de la unión de todos estos municipios que han creado la asociación, porque creo que es donde está el sentido de todo. Aquí lo que pasa es que la demarcación de Tarragona, el Camp de Tarragona no tiene ninguna capacidad de gobernanza regional, ni la Diputación, ni los Consejos comarcales, ni ninguna institución supramunicipal. Todo se decide en Barcelona, amigos y amigas.
Y creo, y espero que sea así, si no no tiene ningún sentido, que la voluntad de crear un Área Metropolitana sea la voluntad de decidir el futuro del Camp de Tarragona desde la Imperial Tarraco y no desde la Plaza Sant Jaume, si es así, los alcaldes que se unen tienen toda la razón del mundo.
Si no es así creo que el recorrido será corto o muy corto.
En el fondo el debate es complejo, pero hay que ser valiente y afrontarlo, tenemos demasiadas administraciones y no gestionamos bien el territorio, ¿el Área Metropolitana de Tarragona será un revulsivo para repensar la gobernanza en la región? ¿O tendremos que ir creando áreas metropolitanas por el país para superar el colapso institucional-administrativo?
Personalmente creo que el futuro del Camp de Tarragona, como el resto de regiones (veguerías) de Cataluña es que tengan su Gobernanza Regional, que se fusionen las diputaciones y los consejos comarcales y que entre el Municipio y la Generalitat solo haya una administración intermedia, pasar de 5 a 3 administraciones.
Para el conjunto de la demarcación creo que sería más pertinente un Gobierno Regional (fusionando la Diputación y los Consejos Comarcales), como preveía la ley de Veguerías, que no una aventura metropolitana que genera muchas dudas. Un Gobierno Regional donde tendría todo el sentido del mundo que Montblanc, Valls, La Secuita, Salomó, Sarral y Maspujols hicieran piña con un sistema urbano alrededor de Tarragona/Vila-seca/Reus. Con el objetivo de que la Cataluña del sur tenga un poder regional que ahora no tiene.
