Repatrían el cadáver de un joven australiano muerto de vacaciones en Bali y llega sin el corazón

La familia del chico sospecha que podría haber sido víctima del tráfico de órganos

25 de septiembre de 2025 a las 10:59h

Byron Haddow, un chico de 23 años de Noosa, Queensland, fue encontrado flotando en la piscina de una villa privada el 26 de mayo de este año. Pero los hechos que siguieron a su muerte, explica su familia, fueron una pesadilla de retrasos, secretismo y falta de respeto.

"Hemos soportado retraso tras retraso, medias verdades y silencio", han afirmado sus padres, Robert y Chantal Haddow, en un comunicado durante el fin de semana.

"Su cuerpo sólo fue devuelto casi cuatro semanas después de su muerte. Pero dos días antes de su funeral, el forense de Queensland nos dijo que le habían sacado el corazón y lo habían dejado en Bali, sin nuestro conocimiento, sin nuestro consentimiento, sin ninguna justificación legal o moral. Esto es inhumano. Esto es devastador más allá de las palabras", explican indignados los padres.


Según algunos medios australianos, la muerte de Byron no fue notificada a la policía de Bali hasta cuatro días después de su muerte. Cuando los agentes finalmente visitaron el lugar de los hechos, ya había sido contaminado, según el informe.

Un certificado de defunción del hospital privado BIMC indicaba que la causa era el ahogamiento, y su cuerpo fue enviado a la funeraria de Bali para los preparativos de la repatriación. Sin embargo, según el informe, la historia no cuadra.

Byron fue descrito como un buen nadador, de 178 cm de altura, y la piscina donde lo encontraron sólo tenía un metro y medio de profundidad. Su cuerpo también presentaba cortes y contusiones, y se encontró sangre en las toallas utilizadas para envolverlo.

La familia sospechó inmediatamente de juego sucio. Organizaron que un amigo que vivía en la isla solicitara una autopsia en Bali mismo, enfatizando: "Queremos que envíen todo su cuerpo a casa".

En cambio, la policía exigió una autopsia forense, que según la ley indonesia permite a los patólogos extraer órganos enteros sin el consentimiento de la familia. La especialista forense, la Dra. Nola Margaret Gunawan, confirmó que extrajo el corazón de Byron durante la autopsia.

Pero para los Haddow, el descubrimiento fue devastador. "Cuando oí la noticia, mi corazón literalmente se hundió", dijo su madre. "Pensábamos que al menos podíamos despedirnos de él y enterrarlo. Pero después saber que le habían tomado el corazón y que nadie más lo sabía, ni siquiera el consulado de Bali, fue un gran shock", añadió Chantal.

La familia tuvo que esperar meses —y pagar 700 dólares australianos— para que el corazón de Byron fuera trasladado a Australia, mucho después de su funeral.

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Byron Haddow con su madre


A pesar de que la Dra. Gunawan enumeró el alcohol y los antidepresivos como factores probables en la muerte de Byron, admitió que no podía descartar una acción criminal.
"No puedo descartar esta probabilidad basándome en el patrón de lesiones encontradas en su cuerpo", dijo.

De hecho, la policía indonesia busca tres australianos, un hombre y dos mujeres, que estuvieron en la villa de la tragedia cuando fue encontrado muerto y que se marcharon de la isla antes de ser interrogados.

Mientras tanto, Chantal afirma: "Nada de lo que dicen sobre que se ha ahogado en una piscina pequeña cuadra. Creo firmemente que lo engañaron, lo drogaron, lo robaron y todo fue mal".

Incluso el director de la funeraria de Bali, Ian Giovanni, fue crítico. "Lo deberían haber explicado primero a la familia, y como mínimo deberían haber devuelto el corazón. En cambio, me lo dieron a mí para repatriarlo. Fue un proceso muy complicado. Necesitaba decenas de documentos y tardó muchos meses", dijo.
 

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Marc Pascual
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