Los bomberos han logrado estabilizar esta tarde el incendio forestal que desde el martes ha devastado el departamento occitano de Aude, entre Carcasona y Narbona. El fuego, que ya ha quemado unas 17.000 hectáreas en un perímetro de 90 kilómetros, se ha convertido en el más grande que ha sufrido Francia desde 1949.
En la extinción han trabajado intensamente 2.150 bomberos, que han luchado contra las llamas durante días bajo condiciones meteorológicas extremas. El primer ministro francés, François Bayrou, ha declarado que se está valorando declarar la zona como catastrófica para facilitar la recuperación y las ayudas a los afectados.
El siniestro ha provocado la muerte de una mujer de 65 años, que rehusó abandonar su casa a pesar de las órdenes de evacuación por parte de los servicios de emergencia. Además, se han registrado 13 heridos, siete de los cuales son bomberos que participaban en las tareas de extinción. Las tres personas que estaban desaparecidas han sido localizadas con vida y se encuentran en buen estado de salud.