ATENCIÓN | Un estudio revela que los tatuajes debilitan el sistema inmunitario

El hecho de llevar tatuajes nos deja más desprotegidos ante infecciones y enfermedades como el cáncer, y también puede alterar los efectos de las vacunas

27 de noviembre de 2025 a las 12:25h

Los tatuajes pueden ser perjudiciales para el sistema inmunitario, minando la defensa del organismo ante determinadas infecciones o tipos de cáncer, alerta un estudio de la Universidad de la Suiza Italiana publicado en la revista norteamericana Proceedings of the National Academy of Sciences.


Un grupo de investigadores dirigido por el gallego Santiago F. González, del Instituto de Investigación Biomédica ligado a la universidad, ha concluido que después del tatuaje la tinta no solo se queda en la piel, sino que se propaga rápidamente al sistema linfático. En pocas horas, se acumula en grandes cantidades en los ganglios, órganos vitales del sistema inmunitario.

«En el interior de los ganglios, células inmunitarias conocidas como macrófagos capturan activamente todos los pigmentos, y desencadenan una respuesta inflamatoria en dos fases», explica la universidad helvética en un comunicado.

La primera fase aguda dura solo unos dos días, pero después se produce «una fase crónica que se puede prolongar durante años», y particularmente preocupante porque el sistema inmunitario se ve debilitado, «aumentando potencialmente la susceptibilidad a las infecciones y el cáncer».

El estudio indica que los macrófagos no pueden descomponer la tinta de la misma manera que lo harían con otros agentes patógenos, lo que supone su muerte.

Indica que esta imposibilidad se da especialmente en tintes rojos y negros, lo que sugiere que podrían ser más tóxicos (se investigó con estos dos colores y el verde, al ser los tres más utilizados en los tatuajes).

También se ha detectado que la tinta de tatuaje puede modificar la respuesta de nuestro cuerpo ante las vacunas, alterando su eficacia.

«En consecuencia, la tinta se mantiene en los ganglios linfáticos, en un ciclo continuo de captura y muerte celular, afectando progresivamente la capacidad de defensa del sistema inmunitario», concluye.

El estudio ha durado siete años, implicó a 12 grupos de investigación internacionales y ha sido financada por diversas organizaciones suizas.

Uno de los experimentos comportó la vacunación de ratones de laboratorio, algunos tatuados y otros sin tatuajes, y se reveló que los primeros desarrollaban menos anticuerpos que los segundos.

Estos resultados «despiertan inquietud respecto a la seguridad de los tatuajes», subraya la universidad suiza, recordando que en el mundo se estima que casi una de cada cinco personas tiene al menos uno en la piel.

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Marc Pascual Garsaball
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