Tarragona pondrá en marcha la zona de bajas emisiones (ZBE) este miércoles 31 de diciembre, con una aplicación progresiva de las restricciones hasta el año 2028. En la primera fase, durante todo el 2025, la medida afectará únicamente a los vehículos de fuera de la ciudad que no dispongan de etiqueta ambiental, mientras que los vehículos empadronados en Tarragona quedarán exentos hasta dentro de un año.
La consejera municipal de Movilidad, Sonia Orts, defiende que la ZBE debe implantarse por “imperativo europeo” y remarca que hay “una gran diversidad de excepciones” que atenuarán su impacto. Aun así, el anuncio ha generado temor entre el pequeño comercio y ha provocado movilizaciones ciudadanas en contra
Ámbito y horarios de la ZBE
En los últimos días, el Ayuntamiento ha instalado cámaras lectoras de matrículas en los accesos y ha pintado la señalización vial. El área restringida comprende el perímetro formado por la avenida Vidal i Barraquer, la avenida Argentina, la avenida Catalunya, la calle Reina Maria Cristina, el paseo Torroja, el paseo Sant Antoni, el vial William J. Bryant, el paseo de España, la calle Comerç y el Muelle de Costa. Las vías perimetrales no tendrán restricciones.
La normativa se aplicará de lunes a viernes, de 7 de la mañana a 7 de la tarde, y en esta primera fase afectará a los vehículos no domiciliados en Tarragona que no dispongan de distintivo ambiental. Según las estimaciones municipales, cerca de un 20% del parque móvil de la ciudad quedará afectado inicialmente.
Excepciones y calendario progresivo
La ordenanza prevé múltiples excepciones, como por ejemplo para personas con movilidad reducida, rentas bajas, vehículos históricos o profesionales, así como hasta 12 autorizaciones anuales para casos puntuales. Además, los vehículos de fuera de la ciudad que vayan directamente a aparcamientos subterráneos dentro de la ZBE podrán acceder sin trámite previo.
El calendario establece que:
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31 de diciembre de 2026: las restricciones se extenderán a los vehículos empadronados en Tarragona pero fuera de la ZBE.
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31 de diciembre de 2027: comenzarán a afectar a los residentes dentro del área delimitada.
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1 de enero de 2028: los vehículos con etiqueta B también deberán solicitar autorización, pendiente de confirmación por parte de la Generalitat.
El comercio alerta de pérdida de clientes
La asociación de comerciantes La Via T expresa inquietud por los efectos de la ZBE. Su presidenta, Raquel Pizarro, señala: “tenemos miedo porque los centros comerciales tendrán más facilidades de accesibilidad y aparcamiento”, un hecho que podría perjudicar al comercio de proximidad. También advierte de las dificultades para los trabajadores: “No todo el mundo tiene parking propio, los precios están desorbitados, y no hay zonas de aparcamiento para todos. No sabemos muy bien qué pasará”.
Desde el Ayuntamiento, Orts asegura que esta demanda se tendrá en cuenta y anuncia mejoras inminentes: “pronto esperamos presentar y explicar toda la regulación de líneas de la Empresa Municipal de Transportes”, pensadas para conectar los aparcamientos disuasorios con el centro.
Protestas vecinales
La Plataforma Stop ZBE Tarragona también se opone a la medida y denuncia que obliga a muchos ciudadanos a cambiar de vehículo. Su portavoz, Judit Trujillo, critica la falta de información previa: “han pintado las calles con medio mes de margen y han avisado a los vecinos con poco tiempo”, y lamenta que no hayan podido reunirse con la consellera antes de la entrada en vigor.
La implantación en Tarragona se produce en paralelo a la de Reus, donde la ZBE comenzó el 1 de diciembre con un periodo de pruebas previo. En el caso tarraconense, el consistorio reconoce que la tramitación se alargó y que era necesario activar la medida antes del 31 de diciembre para no perder una subvención de los fondos Next Generation.