El alcalde de Vila-seca, Pere Segura, ha defendido este martes la necesidad de fijar un marco sólido de garantías y gobernanza antes de encarar la redacción del nuevo Plan Director Urbanístico (PDU) del Camp de Tarragona. Lo ha expuesto durante la reunión de la Comisión Ejecutiva del PDU, celebrada esta tarde, donde el consistorio vila-secano ha remarcado que estas condiciones previas son imprescindibles para asegurar una participación activa, efectiva y equilibrada de todos los municipios implicados.
Tres condiciones clave para avanzar
Según ha explicado el Ayuntamiento de Vila-seca, su posición se fundamenta en tres puntos esenciales:
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Reglas claras de toma de decisiones
Vila-seca reclama que no se apruebe ninguna actuación en el ámbito territorial de un municipio sin su acuerdo explícito. El consistorio defiende que este principio es indispensable para garantizar respeto institucional y evitar imposiciones externas. -
Normas de gobernanza más flexibles
El Ayuntamiento propone que, en el futuro, cada municipio pueda modificar el PDU dentro de su propio ámbito sin tener que recurrir a una aprobación conjunta de todos los ayuntamientos participantes. Esta flexibilidad, sostiene el consistorio, permitiría agilizar trámites y adaptar el planeamiento a necesidades específicas. -
Integración en el Plan Territorial Parcial
Vila-seca pide que las conclusiones del nuevo PDU queden incorporadas como una modificación directa del Plan Territorial Parcial del Camp de Tarragona (PTPCT), vigente inicialmente hasta 2026. Esta integración serviría para dar coherencia normativa y evitar duplicidades.
“Cooperación sí, renuncias no”
Segura ha remarcado que estas tres condiciones deben ser la base para avanzar hacia un PDU que fomente la cooperación territorial, pero que al mismo tiempo preserve la autonomía y la capacidad de decisión de cada municipio. El alcalde ha insistido en que el PDU debe ser una herramienta útil y consensuada, no un instrumento que limite la capacidad de planificación de cada ayuntamiento.
Con estas reivindicaciones sobre la mesa, Vila-seca aspira a garantizar un proceso “transparente, equilibrado y constructivo” en un proyecto que será determinante para el futuro urbanístico del Camp de Tarragona.
