El debate sobre la futura estación intermodal del Camp de Tarragona vuelve a calentarse. La plataforma ciudadana Mercaderies per l’Interior ha lanzado una advertencia contundente: si el Ministerio de Transportes saca adelante el proyecto de estación intermodal de Vila-seca en la ubicación actual, el corredor ferroviario interior exclusivo para mercancías quedaría definitivamente bloqueado. Una infraestructura que el colectivo defiende desde hace más de seis años y que considera imprescindible para sacar los trenes de carga del litoral y de los centros urbanos.
Durante este tiempo, la entidad ha tejido alianzas con ayuntamientos, entidades vecinales, empresas e instituciones para consensuar un trazado alternativo que desvíe las mercancías tanto de la costa como de puntos críticos como Reus o El Vendrell. El planteamiento, basado en el Estudio de viabilidad del propio Ministerio y en aportaciones del territorio, había conseguido un amplio apoyo local. Pero el proyecto de la estación intermodal vuelve a situar el debate en un callejón complicado.
Un nudo ferroviario “incompatible” con una estación de pasajeros
La estación planteada por el Ministerio se situaría justo en el cruce ferroviario de Vila-seca, punto donde confluyen el Corredor Mediterráneo (ancho estándar), el eje Madrid–Zaragoza–Reus (ancho ibérico), servicios regionales y Cercanías procedentes de cinco direcciones diferentes. Para Mercancías por el Interior, es una ubicación “especialmente crítica”, ya que para hacer viable el corredor interior sería necesario construir un nudo ferroviario mucho más complejo, con hasta ocho movimientos estratégicos, a los que hay que añadir el tráfico del Puerto de Tarragona
Según la plataforma, combinar este nudo con una estación de viajeros y el futuro tranvía es “técnicamente inviable” por dos razones: falta de espacio y riesgos para la seguridad, ya que los viajeros quedarían rodeados de trenes de mercancías en una estación que puede superar 1,5 millones de usuarios anuales.
El mismo Consejo Asesor del Ministerio ya advirtió hace meses que la estación intermodal “no está suficientemente justificada” y que el tránsito de mercancías “no está resuelto” con el modelo presentado.
Impacto territorial y contradicción con la estrategia ferroviaria catalana
La plataforma recuerda que la Generalitat, en su Estrategia ferroviaria 2025, defiende estaciones céntricas e integradas en la trama urbana, evitando riesgos a la población. La opción de Vila-seca “contradice estos principios”, ya que quedaría fuera del núcleo y rodeada de circulación de mercancías.
Si el proyecto avanza, los municipios de Reus, Vila-seca, Tarragona, Altafulla, Torredembarra, Creixell, Sant Vicenç de Calders y El Vendrell quedarían condenados a mantener el paso de trenes de carga por el centro de sus ciudades.
Una decisión con consecuencias en seguridad, sostenibilidad y economía
Según Mercaderies per l’Interior, posponer el corredor interior impedirá:
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Reducir emisiones y cumplir los objetivos europeos
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Descongestionar la AP-7, que registra cuatro accidentes diarios con camiones
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Disminuir el riesgo asociado a los trenes con mercancías peligrosas que hoy circulan por zonas turísticas y densamente pobladas
Por todo ello, la plataforma reclama detener el proyecto de la estación intermodal de Vila-seca hasta garantizar que el corredor interior segregado sea una realidad. El movimiento insiste en que el Camp de Tarragona necesita una planificación coherente, “pensada en clave de futuro y no de parche”, y que ponga por delante la seguridad y el bienestar de los habitantes del territorio.