El Ministerio de Transportes, Movilidad Sostenible y Agenda Urbana ha anunciado la licitación de un contrato por valor de 9,1 millones de euros (IVA incluido) para ejecutar obras de mejora de la movilidad en Tarragona. Este proyecto, que incluye la creación de carriles para peatones y bicicletas en la carretera N-340 y la instalación de pantallas acústicas en la autovía A-7, responde a la creciente demanda de movilidad sostenible y a la necesidad de afrontar los niveles de contaminación acústica en la ciudad.
Las actuaciones previstas se extenderán por varios tramos de la N-340 y la A-7, con el objetivo de mejorar la accesibilidad y reducir el impacto del tráfico en las zonas más urbanizadas de Tarragona. Concretamente, se construirán dos nuevos carriles para peatones y bicicletas, uno entre el kilómetro 1160 y 1160,8 de la N-340 y otro entre los kilómetros 1165,2 y 1171,4. Estas obras son especialmente necesarias en estos tramos, ya que la zona ha experimentado un fuerte crecimiento urbanístico, con la creación de numerosas urbanizaciones y zonas residenciales.
Tres actuaciones clave para la ciudad
El proyecto incluye tres actuaciones principales:
-
Creación de un carril para peatones y bicicletas en el tramo de la N-340 entre el enlace con la A-7, al noreste de Tarragona, y el límite del municipio con Altafulla. Este tramo da acceso a varias urbanizaciones residenciales y ha visto un incremento del tráfico peatonal y de bicicletas debido a la concentración de viviendas en la zona.
-
Otro carril para peatones y bicicletas se construirá en la misma N-340, en el tramo cercano al puente sobre el río Francolí, una de las zonas con más tráfico y acceso a los barrios más poblados de la ciudad.
-
Instalación de pantallas acústicas en la autovía A-7, en el primer cinturón de Tarragona, entre los kilómetros 1161,3 y 1163,5. Esta medida busca mitigar el impacto del ruido de la carretera, que afecta a las zonas residenciales próximas.
Estas actuaciones forman parte de un proyecto más amplio que fue acordado en noviembre de 2023 entre el Ministerio de Transportes y el Ayuntamiento de Tarragona. En virtud de este convenio, se ceden al municipio hasta 15 kilómetros de tramos de las carreteras N-340, N-340a y T-11, actualmente de titularidad estatal, con el fin de realizar una serie de obras de mejora, acondicionamiento y humanización. La inversión total prevista para estas obras es de unos 13 millones de euros.
Un compromiso con la movilidad sostenible
Estas obras forman parte de la estrategia del gobierno para mejorar la movilidad sostenible en las ciudades, una política que busca potenciar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. En este sentido, el proyecto también incluye la mejora de la accesibilidad para bicicletas y peatones, favoreciendo la conexión de diferentes zonas residenciales con el núcleo urbano de Tarragona.
La creación de carriles para bicicletas y peatones se considera esencial para fomentar el uso de medios de transporte más sostenibles, especialmente en una ciudad como Tarragona, donde el crecimiento urbano ha provocado un aumento de la demanda de rutas seguras para la movilidad no motorizada.