Tarragona incorpora tres murales nuevos inspirados en el patrimonio romano

La iniciativa se enmarca en la celebración de Tarraco25 y del Festival Grafftech

10 de octubre de 2025 a las 14:31h
Actualizado: 10 de octubre de 2025 a las 14:32h

Bajo el nombre de Grafftech, este viernes 10 de octubre se han presentado tres trabajos de arte mural nuevos que ya lucen en tres espacios de la ciudad transformados con grandes murales inspirados en el patrimonio y el mundo romano.

Esta propuesta, de la mano de Jaume Junque y su equipo, fundador y director de Grafftech Fest, “transforma espacios urbanos en experiencias artísticas y de tecnología inmersiva con el objetivo de dignificar tres lugares de la ciudad, combinando arte, cultura y nuevas tecnologías” ha explicado el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, esta mañana durante una visita a los nuevos murales. “Con el Grafftech  la ciudad de Tarragona no solo exhibe su patrimonio, sino que lo hace vivir y revivir a través del arte urbano, la tecnología y la fuerza de su historia”, ha apuntado el alcalde.

La propuesta del Festival Grafftech incluye la realización de estos tres grandes murales, todos vinculados al patrimonio y la identidad de Tarragona. Todos los murales incorporan realidad aumentada en 3D, que permite ver cómo las figuras cobran vida e interactúan con los visitantes, creando una experiencia cultural inmersiva y única en el mundo.

En el caso del mural ubicado en el Parque del Francolí, consta de 420 metros cuadrados con siete realidades aumentadas. “Presentaremos este mural al Record Guinness como el mural con más realidades aumentadas del mundo”, ha explicado Jaume Junque.

En este muro se ha pintado un mural horizontal y de grandes dimensiones, que rinde homenaje al patrimonio histórico y legendario de Tarragona, con cuatro figuras clave: la diosa Fortuna, símbolo de esperanza y prosperidad; el Emperador Augusto, fundador y referente de Tàrraco; Hércules, símbolo de fuerza y protección, acompañado de un león y las palabras TARRRAGONA dando la bienvenida a la ciudad.

La segunda de las obras se encuentra en la fachada del Centro Cívico de Sant Salvador, con un mural que simboliza la unión entre generaciones y culturas. La protagonista es la diosa Venus, una divinidad que representa el amor, la belleza y la armonía. Su presencia en este espacio quiere transmitir la idea de que la fuerza de una comunidad nace del afecto y el respeto entre personas. A su figura se suman el Puente del Diablo, símbolo de la historia y el ingenio romano, y un niño que representa el futuro.

En la fachada principal de la sede del Instituto de Servicios Sociales de Torreforta se propone el tercer mural, dedicado a la diosa Diana, la Protectora, que conecta con la función del centro como espacio de acompañamiento y apoyo a la comunidad, evocando los valores eternos de ayuda, respeto y solidaridad.