Por tercer año consecutivo, el centro de Reus se ha transformado en un viaje en el tiempo para revivir una de las épocas más destacadas de la ciudad: principios del siglo XX. La Reus 1900 Festa Modernista, reconocida por su rigor histórico, ha vuelto a llenar calles y plazas de personajes que parecen salidos directamente de hace más de un siglo.
La alcaldesa Sandra Guaita ha destacado la voluntad de la ciudad de hacer participar a toda la población: "Queremos que la ciudad entera se vista de época, sabemos que es complicado, pero lo queremos trabajar desde políticas de juventud, de gente mayor y educación para interpelar a todo el mundo".
Este año, la cocina ha sido el hilo conductor de la programación, coincidiendo con la proclamación de Cataluña como Región Mundial de la Gastronomía. Las calles han mostrado la diversidad de menús según las clases sociales de la época, y casi todas las actividades con aforo limitado han colgado el cartel de completo.
Los participantes han seguido con rigor las normas de indumentaria establecidas, con talleres previos que ayudaban a cumplir el protocolo. La reusense Marta Bros, que ha escogido vestirse de burguesa, ha explicado a la ACN: "Te puedes disfrazar cualquier día y fiesta, pero esto es una recreación histórica. Estamos intentando recrear el Reus de 1900 y se tiene que seguir el protocolo de la época". Sobre su cambio de rol respecto a años anteriores, ha añadido con humor: "El primer año fui de campesina, pero decidí que me hacía más ilusión ir de rica, ya que por un día al año puedo serlo".
La modista Ana de la Cruz, responsable de los diseños históricos, ha dedicado tres meses de trabajo a crear el vestido de burguesa, incluyendo toda la investigación necesaria para hacerlo fidedigno a la realidad.
La organización busca ampliar aún más la implicación ciudadana. La alcaldesa ha indicado que ya se están preparando actividades en escuelas, institutos y centros cívicos para hacer que más gente joven se sienta partícipe, tal como ha dicho en declaraciones al mismo medio mencionado.
Aunque todavía no hay cifras oficiales de asistentes, la organización celebra el ambiente vivido en las calles y que casi todas las entradas de las actividades con aforo limitado se hayan agotado. Entre actuaciones teatrales y visitas de arquitectura modernista, los reusenses y visitantes han tenido la oportunidad de revivir la ciudad como era en 1900, combinando historia, gastronomía y participación ciudadana.