El Ayuntamiento de Reus pretende aprovechar la convocatoria del Plan de Barrios y Pueblos de la Generalitat para acelerar la anhelada transformación de los barrios del sur. El gobierno tripartito ha presentado en esta primera convocatoria un proyecto valorado en 25 millones de euros que incluye 31 acciones repartidas en tres ejes: transformaciones físicas, acciones sociocomunitarias e iniciativas de transición ecológica.
La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, destaca que estas actuaciones no son improvisadas y que van en la línea de su Plan de Acción Municipal. Eso sí, la posibilidad de que la Generalitat subvencione un 50% de estos 25 millones de euros permite "acelerar las inversiones que teníamos previstas". A pesar de que el barrio Montserrat quedaría fuera de esta propuesta, la zona entra dentro del ámbito de influencia de las acciones y, al mismo tiempo, el gobierno reusense sacará adelante los proyectos de aquel barrio con fondos municipales.
Los tiempos de ejecución del Plan de Barrios están marcados de momento en cinco años y a finales de este 2025 el consistorio conocerá si forman parte de él. Según Guaita, la transformación será "transversal" y dará cobertura a una "deuda histórica con la zona sur". De hecho, después de que el barrio del Carme (2004) y los barrios Inmaculada y Sol i Vista (2009) se aprovecharan de las dos convocatorias durante los tripartitos de Maragall y Montilla, la intención era llevar la zona sur a la tercera convocatoria. Sin embargo, la iniciativa del Plan de Barrios no tuvo continuidad y estas aspiraciones quedaron frustradas. Con su reactivación por parte del Gobierno de Salvador Illa, Reus podría contar con una subvención de 12,5 millones de euros.

Transformación urbanística
Una de las patas más visibles será la transformación urbanística. La propuesta incluye un lavado de cara del eje Astorga (4,24 MEUR) para convertirlo en un eje cívico con aceras anchas y arbolado. En la misma línea, también destaca la urbanización del entorno del Carrilet y la renovación de la calle Escultor Rocamora, con un presupuesto de 2,33 millones de euros.
Los edificios de esta zona -extremadamente degradados- serán uno de los otros ámbitos de actuación. Se subvencionará la mejora de la accesibilidad con 2,1 millones de euros para instalar ascensores, se destinarán 500 mil euros para rehabilitaciones energéticas y reservarán 200 mil euros para adquirir viviendas que irán a alquiler social. Además, el plan quiere cubrir las principales necesidades educativas con la construcción de la nueva guardería municipal L'Ametller con 2,96 MEUR.
No dejar a nadie atrás
Una de las líneas clave será la sociocomunitaria, que busca ampliar los servicios que ya se prestan en esta zona y reducir desigualdades. Destaca la extensión del programa Temps per Cures para favorecer la conciliación de las familias y que contará con un presupuesto de 540.750 euros. El impulso al programa Xarxa als Barris, que utiliza el juego lúdico para combatir la vulnerabilidad social e impulsar la inclusión social. Acciones de formación para la ocupación y la creación de un punto de información del Servicio Especialización de Atención a las Personas de más de 60 años. Además, se incorpora el futuro equipamiento municipal del Carrilet, donde el Mercado es el actor más destacado, pero a la vez se plantean nuevos usos sociales, culturales y cívicos.
Más verde y movilidad sostenible
Finalmente, el eje de transición ecológica incorpora acciones como la renaturalización del patio de la escuela Eduard Toda, la dinamización y gestión de los huertos urbanos del eje Astorga, la ampliación y creación de carriles bici y la creación de dos nuevos pasos de peatones en la avenida Salou y la avenida President Macià.
¿Por qué los barrios del sur?
El Ayuntamiento ha elegido presentar los barrios del sur por diferentes motivos. Principalmente, Guaita subraya esta "deuda histórica" y los precedentes que ya existían en la ciudad a la hora de poner el foco en esta zona. Además, también hay una cuestión técnica para delimitar esta Área de Atención Especial. Entre otros, se pide que la renta media sea inferior a la de Cataluña y la ciudad, que haya diversidad cultural y de origen, que el parque de vivienda tenga déficits o que carezca de espacios accesibles, verdes y que conecten con el centro. Criterios que cumplen estos barrios.