Una decena de equipos formados mayoritariamente por estudiantes del grado de informática de la Universitat Rovira i Virgili (URV) han participado en la primera hackatón de ciberseguridad, una competición que ha puesto el acento tanto en el ataque como en la defensa digital. La actividad ha consistido en intentar robar datos de un servidor asignado, protegerlo contra intrusiones y, finalmente, atacar los servidores de los equipos rivales.
El profesor Jesús Manjón, del Departamento de Ingeniería Informática, ha explicado que "los participantes pueden ponerse en el rol del atacante y aprender sus tácticas y al mismo tiempo, defender los datos. Les hemos dado 24 horas para estar con los ordenadores y la posibilidad de un premio, no sé si hay mejor plan para un fin de semana".
Desarrollo del hackatón: fases clave
El evento comenzó el sábado por la mañana con el despliegue de los servidores a los que cada equipo debía acceder. La primera etapa consistió en extraer toda la información posible identificando vulnerabilidades. Acto seguido, se pasó a blindar los sistemas para evitar futuros robos digitales. En la última fase, ya el domingo por la mañana, los equipos se dedicaron exclusivamente a atacar a sus contrincantes para obtener más puntos mediante el robo de datos.
Esta dinámica requería una estrategia equilibrada: mientras era imprescindible invertir esfuerzos en una protección robusta para impedir pérdidas de puntos derivadas de los ataques recibidos, también era necesario ser efectivos en las ofensivas contra otros servidores. Además, cada grupo desconocía el número exacto de ataques sufridos durante la noche hasta que se publicó el ranking final este domingo.
Perfil de los participantes y ambiente durante la competición
Además de los estudiantes del grado de informática —sobre todo a partir del segundo curso— también participaron alumnos del programa de doctorado y de otras titulaciones como Telecomunicaciones. En total unos cuarenta jóvenes decidieron pasar toda una jornada en el Campus Catalunya. Para mantener la energía durante las largas horas nocturnas no faltaron café ni bebidas energéticas; tampoco faltaban videojuegos para distraerse cuando era necesario descansar mentalmente sin perder el buen ánimo.
Citas de los protagonistas
La Alexandra Catalina Zaharia, estudiante de Sistemas de Telecomunicaciones que vivía su primera experiencia en una hackatón, aseguraba: "Nos ha costado bastante encontrar las banderas en la primera fase, y por culpa de eso tampoco sabíamos del todo cómo proteger nuestra máquina. Sí que hemos podido conseguir algunas de las banderas que eran más fáciles de nuestros compañeros, pero no sabemos hasta qué punto será suficiente para tener muchos más puntos".
Añade también que "todos los sistemas necesitan algún tipo de seguridad. Por ejemplo, todo lo que está relacionado con medicina necesita una ciberseguridad detrás muy importante porque hay vidas en juego. Creo que nos ha dado un punto de vista interesante venir de una carrera que no trabajamos tanto en ciberseguridad, pero sabemos lo importante que es".
Por otro lado, Vladyslav Lysyy, alumno del tercer curso del grado en Informática y participante habitual en hackatones, valoraba positivamente haber conseguido un tercer puesto gracias a "un buen sistema de defensa". Sobre el futuro profesional comenta: "La ciberseguridad es una opción importante a tener presente si quiero continuar especializándome."
Creciente búsqueda de expertos en ciberseguridad
La organización destaca que esta iniciativa puede ayudar a fomentar vocaciones dentro de un sector donde aumenta constantemente la demanda laboral. El profesor Manjón subraya: "Ahora las empresas están buscando especialistas en ciberseguridad por todas partes". También remarca que "ha venido gente sin mucha experiencia previa pero aquí nos han reconocido que han aprendido gracias a todo lo que han hecho".
El efecto inminente de la inteligencia artificial
En relación con la evolución tecnológica actual marcada por el progreso rápido de la inteligencia artificial (IA), Manjón apunta que todavía predominan esfuerzos centrados sobre todo en crear ataques informáticos sofisticados más que mecanismos avanzados para defenderse de ellos: “En esta carrera entre hackers y defensores —afirma— normalmente los atacantes van un paso por delante.” Así pues, prevé un desarrollo continuo orientado hacia los nuevos métodos ofensivos impulsados por los avances tecnológicos.
