Hace pocos días fue Poboleda quien anunció que el agua de la red para uso de boca no era potable. Hoy ha sido la Vilella Baixa: el ayuntamiento ha anunciado a través de e-ágora que el agua del grifo no es potable.
Según el consistorio, vistos los resultados del último análisis realizado y siguiendo instrucciones de Salud Pública, ha anunciado que el agua del pueblo no es actualmente apta para uso de boca.
Según el comunicado, hasta que no se practique una contramuestra y se obtengan los resultados, se hará un reparto de agua en garrafas a todos los vecinos, como ya se había hecho en otras ocasiones.
El Ayuntamiento ha querido tranquilizar a los vecinos afirmando que el problema puntual del agua del grifo no puede ocasionar ningún problema gastrointestinal a la población. El hecho, sin embargo, es que desde hace unos meses el agua del municipio sale del grifo con cierta turbidez y con olor a barro.
EL PRIORAT Y LA SEQUÍA QUE NO SE MARCHA
Los últimos episodios de lluvia en todo el Principado y, especialmente, los que han afectado a las Tierras del Ebro, parecen esquivar la comarca del Priorat, donde la situación de sequía aún es muy patente. De ahí que muchos pueblos tengan problemas en sus captaciones de agua.
Así, en Poboleda, hace días que no se puede beber ni cocinar con el agua del grifo debido a niveles elevados de cloratos; se prevé que se repare la situación con nuevos análisis. En la Morera del Montsant, el ayuntamiento ha anunciado que el agua solo sale 8 horas y media al día debido a un déficit en las reservas hídricas. Y en la Vilella Alta disponen de un agua de pésima calidad debido al exceso de hierro y cal que hay en el pozo que se la suministra.