Un nuevo tablero político en Tarragona: el CEO proyecta el ascenso de Aliança Catalana y la pérdida de fuerza de Junts

El empate técnico con Aliança Catalana debilita al partido y podría afectar los comicios de 2027

24 de noviembre de 2025 a las 15:30h
Actualizado: 24 de noviembre de 2025 a las 16:20h

El último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) no ha dejado a Junts per Catalunya en una posición deseada. Más allá de los posibles resultados, que consolidan la victoria del PSC, los datos han disparado todas las alarmas por su posible impacto territorial.

El sondeo, realizado a 2.000 personas entre el 13 de octubre y el 11 de noviembre, dibuja un escenario inédito. Mientras el PSC de Salvador Illa mantendría su hegemonía con una horquilla de 38 a 40 diputados -rozando los 42 actuales-, ERC cogería un poco de aire recuperando la segunda posición (22-23 escaños), pero la verdadera subida llega a la lucha por ser la tercera fuerza. Junts se vería arrastrado a un empate técnico con Aliança Catalana, que protagonizaría una subida, pasando de los 2 diputados actuales a una horquilla de 19-20.

 

 

El impacto en el Camp de Tarragona

Esta tendencia a la baja de Junts podría afectar a las proyecciones territoriales del partido. Según las estimaciones derivadas de los datos del CEO, la pérdida de apoyo se haría notar en ciudades del territorio tarraconense como son Reus y la misma capital de la provincia.

En Reus, ciudad que tuvo un alcalde convergente durante 12 años, Junts podría perder entre 2 y 3 concejales respecto a los 5 que ostenta actualmente, según estimaciones. Este hecho complicaría su capacidad de influencia en la capital del Baix Camp. La situación en Tarragona ciudad no es más optimista según las mismas estimaciones: el partido, que consiguió tres concejales en los últimos comicios, vería reducida su fuerza a solo 2 concejales.

¿Cambio de ciclo en la Diputación?

La Diputación de Tarragona también entra en juego. La pérdida de concejales en el territorio, debido a nuevas opciones como Aliança, pone en riesgo la gobernabilidad del ente supramunicipal.

Si estos resultados se confirmaran en las urnas, la aritmética dejaría de sumar para Junts. Fuentes consultadas apuntan que este escenario allanaría el camino para un pacto entre el PSC y ERC para gobernar la Diputación, dejando a Junts fuera de una de las instituciones clave para el control territorial y el reparto de recursos a los municipios.

El efecto AC

La inminente entrada de Aliança Catalana (AC) en los ayuntamientos del Camp de Tarragona es uno de los movimientos políticos más significativos que apuntan las proyecciones recientes del CEO. En Reus, la formación podría obtener hasta tres concejales, mientras que en Tarragona podría conseguir dos. 

En Reus, AC captaría claramente una parte del votante que se ha sentido alejado de la línea oficial de Junts. Esta pérdida reduciría de manera significativa la capacidad negociadora de Junts en el Ayuntamiento y alteraría cualquier futuro pacto municipal.

En Tarragona, sin embargo, la situación es diferente. El voto que AC podría captar se alimentaría más del voto que en su momento recogió Esquerra Republicana de Pau Ricomà, que no del voto estrictamente juntaire.

La incógnita municipal de ERC

A todo este rompecabezas se suma una variable clave: la incógnita sobre los resultados en elecciones municipales de ERC. La bajada del voto autonómico, deja el municipal a la espera. Queda saber si ERC será capaz de retener su espacio en el municipalismo o si, por el contrario, sufrirá el desgaste general del partido.

A esta dinámica de las capitales del Camp se suma la entrada potencial de AC en la Tarragona interior, en municipios medianos y pequeños de la Conca, el Priorat, el Alt Camp o el Baix Camp, donde la formación podría condicionar alcaldías.

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Sergio Lahoz
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