El aprendizaje servicio es una propuesta educativa que integra el servicio a la comunidad con el aprendizaje de contenidos, competencias, habilidades o valores. La URV lo inició en el año 2012, siendo la primera universidad pública catalana en impulsarlo. Cada año estudiantes de los diferentes grados y másteres elaboran los trabajos finales, cerca de cuarenta, y también participan en experiencias en asignaturas que responden a necesidades reales planteadas por entidades sociales, culturales y ambientales del territorio.
La experiencia en esta metodología y la implementación exitosa que ha hecho sitúa a la URV como líder en este campo y ha sido ejemplo de buenas prácticas en el grupo de trabajo de aprendizaje servicio de la Alianza Aurora, una de las redes de universidades europeas promovidas por la Comisión Europea para convertirse en campus interuniversitario.

Precisamente este jueves se ha hecho la décima edición del Mercado de Proyectos Sociales, que tiene por objetivo poner en contacto las entidades con estudiantes y profesorado que quieren elaborar o dirigir, respectivamente, los trabajos de fin de grado y máster y tesis doctorales centradas en responder a las necesidades que plantean las entidades. 16 de las 45 entidades que forman parte de esta iniciativa de la Universidad estaban presentes en el mercado de proyectos y pudieron explicar de primera mano los proyectos que ponen al alcance de los estudiantes. En total, 110 proyectos que los estudiantes pueden escoger para hacer su trabajo de final de estudios, disponibles en el campus virtual, donde pueden inscribirse tanto alumnado como profesorado.
“Los estudiantes se sienten parte de la solución”
Sandra Iglesia, coordinadora del grado en Lengua y Literatura Hispánicas, y Josep Miró, coordinador del grado en Administración y Dirección de Empresas del Campus Terres de l’Ebre, son dos de los profesores que hace años que están involucrados en el aprendizaje servicio, y asistieron al Mercado de Proyectos Sociales para recoger información sobre los posibles trabajos que ofrecerán a los estudiantes del grado. Ambos coinciden en destacar el nivel de motivación que les proporciona a los estudiantes hacer los trabajos con una entidad porque “aportan valor”, afirma Miró. “Los estudiantes ven y conviven con las necesidades y se sienten parte de la solución”, concluye Iglesia.

Así, por ejemplo, en el ámbito de lenguas, los estudiantes han elaborado guías para voluntarios que enseñan español a inmigrantes para superar el nivel A2, con materiales y recomendaciones del uso de material en el aula.
El coordinador del grado de Psicología, Marc Guasch, en el 10º Mercado de Proyectos Sociales.Pero los ámbitos de intervención son muy diversos y, por lo tanto, tienen cabida prácticamente todas las disciplinas de las enseñanzas de la Universidad. En el Mercado de Proyectos Sociales, las entidades expusieron algunos de los proyectos que ofrecen para trabajar: por ejemplo, la creación de talleres para jóvenes con malestar emocional, de la entidad Ocell de foc; la dinamización de un espacio exterior de la fundación Topromi, que trabaja con personas con discapacidad para su inserción laboral, o el diseño de un estudio cualitativo y de participación ciudadana para las intervenciones que hace el Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol).
El Mercado de Proyectos ha llegado este curso a la décima edición, y es ejemplo para la Vrije Universiteit Amsterdam, miembro también de la Alianza Aurora. La gestora del servicio de aprendizaje servicio de esta universidad, Camille Bressers, junto con el profesor Sarju Sing Rai se desplazaron a Tarragona para implementar el proyecto en Holanda. “Es muy inspiradora la labor de la URV, que es líder en el aprendizaje servicio – explica Bressers-, y es una gran oportunidad para los estudiantes”.
