Los Reyes Magos de Oriente han vuelto a amarrar su barco en el barrio del Serrallo de Tarragona este viernes, donde han sido recibidos por centenares de niños y niñas.
A diferencia de otros pueblos y ciudades de Cataluña, donde incluso se han tenido que suspender algunas cabalgatas, la lluvia no ha hecho acto de presencia en Tarragona y la cabalgata se ha podido celebrar con plena normalidad.
Puntuales a las seis y cuarto de la tarde, Melchor, Gaspar y Baltasar han pisado tierra firme con la promesa de repartir ilusión y caramelos.
Un castillo de fuegos les ha dado la bienvenida después de dirigirse a los asistentes para poner énfasis en el trabajo de los pajes a la hora de cumplir los deseos de los más pequeños. Sin embargo, Baltasar ha recordado que los reyes “solo son tres”.
Guiados por la carroza de la Estrella hasta la plaza de la Font, Sus Majestades han recibido de manos del alcalde Rubén Viñuales las llaves de todas las casas de la ciudad para entregar regalos esta noche.
La previsión de lloviznas débiles y viento no se ha acabado cumpliendo este viernes por la tarde en la ciudad de Tarragona, hecho que ha ayudado a que la espera de los más pequeños fuera más agradable.
Con los nervios a flor de piel ante la noche más mágica del año, centenares de personas se han reunido en el barrio marinero del Serrallo, donde Sus Majestades han sido recibidos con una euforia que se ha desatado tan pronto como Melchor, Gaspar y Baltasar han puesto un pie en tierra.
A partir de este momento, niños y niñas se han dejado la voz para conseguir hablar o dar la carta en mano a su rey preferido.
Como es tradición, la embarcación Tarragona Blau ha llevado a Sus Majestades hasta la ciudad, donde han sido recibidos por las autoridades locales. Acto seguido, han subido al balcón del Teatret del Serrallo, desde donde cada rey ha dirigido unas palabras a la ciudadanía para agradecer la acogida después “de un largo viaje” hasta Tarragona.
Baltasar, por su parte, ha afirmado que han venido para traer los regalos que han escrito los menores en sus cartas, si bien “han pedido muchas cosas”. En este contexto, ha recordado que el trabajo de los pajes es capital para poder llegar a todas partes y ellos “solo son tres”.
Salvas en honor a Sus Majestades
Un castillo de fuegos y veintiuna salvas pirotécnicas han dado la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar, en una noche en que los más pequeños son llamados a ir a dormir bien temprano.
La cabalgata, formada por una quincena de carrozas y la comitiva real, ha desfilado por las calles de la Parte Baja hasta llegar al Ayuntamiento, donde se les ha entregado todas las llaves de las casas para poder hacer entrega de los regalos a lo largo de esta noche entrante.
El recorrido de la comitiva real ha sido el habitual, subiendo por la plaza de los Carros, la calle Apodaca, la plaza de la Media Luna, la calle Unió, la Rambla Nova —punto de máxima expectación donde se han dado dos vueltas de rigor—, la calle Sant Agustí y el Portalet, hasta llegar finalmente a la plaza de la Font a pie. A lo largo de todo el recorrido, tanto los reyes como sus pajes han repartido cerca de 3.500 kilos de caramelos.
En la rúa tampoco ha faltado la carroza de la Estrella, que les ha guiado hasta la ciudad, así como la de la Sínia, el Camello y el Elefante. Este año, la carroza del Dromedario está de aniversario, ya que cumple un siglo de historia, convirtiendo la cabalgata de Tarragona en una de las más antiguas del país.
La magia de los Reyes llega a todas partes
En otros lugares del Camp de Tarragona, los Reyes Magos de Oriente también han hecho acto de presencia y se preparan para la noche que tendrán más trabajo del año. En ciudades como Reus han aterrizado en avioneta, mientras que en Cambrils y Salou también han llegado por vía marítima.