L'Asociación para el Impulso del Área Metropolitana del Camp de Tarragona vio la luz hace apenas una semana. En la foto, siete municipios tomaban el timón para construir este artefacto metropolitano y resolver así algunos de los problemas endémicos de la demarcación. Previamente, sin embargo, los estatutos de esta asociación tuvieron que pasar por los plenos de los siete Ayuntamientos implicados. Un paso que, lejos de ser un trámite, se convirtió en un auténtico campo de batalla político.
Lo más sonado fue el de Tarragona, donde los dos principales grupos de la oposición se enrocaron en el 'no'. ¿El problema? Cada municipio tiene un voto en esta asociación, sin tener en cuenta el peso territorial ni económico. Xavi Puig, portavoz adjunto de ERC y alcaldable para 2027, afirmaba que este punto era "un tiro en el pie de proporciones históricas" y que el funcionamiento no era "democrático". En la misma línea pivotó el discurso de Maria Mercè Martorell, portavoz del PP, que subrayaba que Tarragona "se diluía" en este nuevo ente. A pesar de las críticas, la propuesta salió adelante con los votos del PSC, Junts, ECP y los no adscritos.
Diferencias en Esquerra
A pesar de que la mayoría de las formaciones políticas tuvieron una posición similar en todos los ayuntamientos, en Esquerra se vieron divergencias. En Reus, donde los republicanos gobiernan con el PSC y su líder es la presidenta de la Diputación, su posición fue afirmativa. En el mismo sentido se movieron en Valls y Salou, también en gobierno. En cambio, en la Canonja, en Tarragona y en Constantí el voto fue contrario. De hecho, el único grupo republicano en la oposición que dio su 'sí' fue el de Cambrils.
A pesar de coincidir en el sentido del voto, los representantes de Constantí han cargado contra la postura de sus compañeros tarraconenses. Lo han hecho en el programa Grups Municipals, de Constantí Ràdio, donde han participado los tres concejales constantinenses para explicar su posición. "El grupo promotor ha conseguido que a los que hemos votado en contra se nos meta a todos en el mismo saco y parece que estemos en contra de mancomunar servicios", ha afirmado Joan Reig, portavoz del grupo. A su parecer, hay dudas sobre la herramienta y se debería resucitar la ley de veguerías: "Ya hay una figura para mancomunar servicios". En este sentido, le preocupa que puedan quedar municipios fuera de esta administración: "¿somos catalanes o españoles porque queremos? Hay cosas que no se eligen. Si somos del Camp de Tarragona, lo tenemos que ser todos. Es surrealista".
En cuanto a la posición de Tarragona, los tres concejales han criticado los discursos de Esquerra y del PP en el Pleno. "Ha sido un debate envenenado. Con esta filosofía difícilmente un pueblo se puede adherir a un área metropolitana. El discurso me sonaba a propaganda electoral, todos sacando pecho", afirma Joan Reig. Además, considera que es "obvio" que Tarragona y Reus acabarán teniendo más peso que el resto.
En el mismo programa, el concejal Domingo García, que ha definido el área metropolitana como un "chiringuito", ha lamentado especialmente las palabras de Xavi Puig: "Nos sabe mal porque muchas de estas declaraciones vienen de un compañero nuestro de Esquerra. Tanto que nos quejamos del centralismo de Barcelona y de Madrid...".
A las palabras de los constantinenses se deben sumar también las de Esquerra la Canonja: "Rechazamos completamente el voto según población. Es un criterio injusto y profundamente antidemocrático, que rompe el principio básico de igualdad entre municipios y reproduce un modelo jerárquico y centralista que no favorece la cooperación metropolitana ni la construcción de consensos reales".
Está previsto que esta asociación sea un ente transitorio hasta construir el área metropolitana. Aun así, tanto Esquerra como el PP en Tarragona no se fían y ven difícil que finalmente el voto acabe siendo ponderado.