La Diputació de Tarragona concentrará su centro operativo en el antiguo inmueble de Caixa Tarragona, en la plaza Imperial Tàrraco, con el horizonte de entrar en funcionamiento en 2029 tras una reforma integral. Antes de acabar el año se convocará un concurso de ideas para definir el proyecto, con el objetivo de iniciar las obras en 2027. El Palau de la Diputació del paseo de Sant Antoni mantendrá la función institucional —plenos, actividad política y protocolo—, mientras que el ente estudia también trasladar allí el Museu d’Art Modern de Tarragona (MAMT).
Un proyecto en dos fases y con mirada larga
La transformación se plantea en dos etapas: una primera, en la que se elegirán cinco despachos de arquitectura para desarrollar propuestas; y una segunda, en la que un jurado escogerá la “mejor”. La licitación tiene un presupuesto de 569.101 euros (más IVA) e incluye la redacción de los proyectos básico y ejecutivo y la dirección de obra. La reforma del edificio —que roza los 50 años de antigüedad— prevé una inversión de 8,9 millones de euros para adecuarlo a los nuevos usos.
Citas y criterios
La presidenta de la Diputación, Noemí Llauradó, ha situado los ejes del concurso: “sostenibilidad ambiental y transición ecológica”, así como la “calidad arquitectónica y la integración en el entorno”. Ha admitido que el procedimiento “alargará” los plazos, pero defiende que “vale la pena”. Sobre las condiciones de uso interno y servicio público, Llauradó apunta que el nuevo espacio debe ser “muy funcional” y, para el personal, “cómodo, confortable y que se pueda trabajar a gusto”, además de “más abierto a la ciudadanía y al mundo local”. También ha reivindicado la plaza Imperial Tàrraco como punto de “relevancia económica y administrativa”, que se podría ver “afectada” si el edificio continuara abandonado.
Capacidad, plantilla y estado de conservación
El inmueble, que fue sede de la Caja de Ahorros Provincial, posteriormente Caixa Tarragona, Catalunya Caixa y BBVA, suma 7.076 m² distribuidos en siete plantas y tres sótanos. Después de cinco años cerrado, la Diputación lo adquirió y ahora prevé reabrirlo con unos 300 trabajadores, que se sumarán a los 320 que ya operan en el edificio Síntesi, anexo a la antigua sede financiera. Un estudio previo ha evaluado su estado: será necesario un “refuerzo estructural”, pero se descartan “deficiencias”. Tal como resume el diputado de Servicios Generales, Eduard Rovira: “Se tiene que poner al día para cumplir los estándares más modernos”.
Continuidad institucional en el Palau y opción MAMT
El Palau de la Diputació en el paseo de Sant Antoni mantendrá la actividad institucional y política —plenos, espacios para grupos, reuniones y visitas—. En paralelo, Llauradó ha avanzado que “estudian” trasladar allí el MAMT, actualmente en la Part Alta, para reforzar el carácter cívico y cultural del conjunto.