La Guardia Civil ha procedido a la detención de cuatro individuos, con edades comprendidas entre los 27 y los 32 años, implicados en actividades relacionadas con el tráfico ilícito de drogas. Esta actuación se enmarca dentro del operativo denominado MANGA, que ha permitido desmantelar dos plantaciones interiores de marihuana localizadas en los municipios de Montblanc, en la comarca de la Conca de Barberà, y Roda de Berà, en el Tarragonès
El dispositivo policial se llevó a cabo el pasado día 17 de diciembre, momento en el que se realizaron dos entradas simultáneas a los inmuebles sospechosos. Durante los registros se confiscaron un total de 102 plantas y aproximadamente 67 kilogramos del producto floral resultante del cultivo, junto con diversos utensilios vinculados al proceso de elaboración.
Estos arrestados se enfrentan a cargos por delitos que incluyen el tráfico y cultivo ilegal de sustancias estupefacientes, pertenencia a organización criminal, así como fraude en suministro de energía eléctrica. Según las estimaciones efectuadas por las autoridades, la electricidad consumida fraudulentamente asciende a casi 46.000 euros. En este contexto, el Juzgado de Instrucción número 8 del Vendrell ha ordenado el ingreso inmediato en prisión de los detenidos.
Investigación previa y colaboraciones institucionales
El origen de esta investigación se remonta al mes de abril de 2025, cuando la Guardia Civil inició las indagaciones con el apoyo activo de los agentes locales de Roda de Berà. El proceso se ha prolongado durante más de ocho meses con el objetivo de identificar a todas las personas involucradas dentro de la estructura criminal y definir claramente los roles asumidos por cada una dentro de la organización.
De acuerdo con la información facilitada por el cuerpo armado, se constató que este grupo mantenía dos puntos donde cultivaban interiormente marihuana haciendo uso de un sistema eléctrico manipulado para ocultar su consumo real. Además, adoptaron medidas extremadamente rigurosas para proteger estos emplazamientos: los inmuebles contaban con sistemas completos de aislamiento acústico y visual destinados a impedir cualquier tipo de observación exterior.
Asimismo, se utilizaban dispositivos específicos para mitigar el olor característico que genera esta planta, dificultando aún más su localización por parte de los cuerpos policiales o vecinos cercanos.