El 2025 ha sido un año marcado por la movilidad, la industria, el patrimonio y el medio ambiente en el Camp de Tarragona, con episodios que han impactado tanto a los ciudadanos como a los sectores económicos de la veguería. Entre los temas más relevantes destaca la reanudación del tráfico ferroviario tras cinco meses de obras en el túnel de Roda de Berà, que, a pesar de finalizar los trabajos, no ha conseguido apaciguar las críticas de los usuarios ante los retrasos e incidencias persistentes. También ha protagonizado el año el conflicto de la pesca de arrastre, con las barcas obligadas a amarrar prematuramente por las restricciones de jornadas impuestas por Bruselas, así como el debate sobre la continuidad de las centrales nucleares y la polémica implantación de las zonas de bajas emisiones (ZBE) en Reus y Tarragona.
Infraestructuras y regadío
El 24 de enero, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) inicia las obras para llevar agua del río Ebro hasta el embalse de los Guiamets (Priorat), con un presupuesto de 5,7 millones de euros. Esta actuación permitirá que la Comunidad de Regantes del Baix Priorat pueda regar 1.400 hectáreas, dando alivio a años afectados por la sequía que habían obligado a arrancar muchos árboles, especialmente cerezos.
El 27 de junio, tras dos campañas sin agua, unos 2.000 agricultores del Camp de Tarragona vuelven a regar 4.000 hectáreas con agua del pantano de Riudecanyes. Aun así, la sequía “ha comprometido la viabilidad económica” del sector de la avellana, con cooperativas abocadas a comprar avellana de fuera y payeses que arrancan árboles muertos.
Transporte y movilidad
El 3 de marzo, tras cinco meses de corte ferroviario por las obras en el túnel de Roda de Berà, los usuarios vuelven a utilizar las líneas Regionales y Cercanías del sur de Cataluña. Durante este periodo, Renfe había habilitado autobuses alternativos, pero muchos viajeros abandonan el servicio por contratiempos y retrasos diarios.
En el ámbito urbano, el 6 de junio, el Ayuntamiento de Reus decide finalmente ubicar la estación de autobuses en el lugar actual, ampliándola a la plaza del Canal tras la oposición vecinal y de recoger firmas para una consulta ciudadana. El protocolo de construcción se firma en noviembre con un presupuesto de 20 millones de euros.
A partir del 1 de diciembre, Reus empieza a sancionar los vehículos sin etiqueta ambiental con la implantación de la ZBE, que afecta al centro hasta la primera circunvalación. Los residentes con coches contaminantes podrán circular hasta el 31 de diciembre de 2027. Tarragona seguirá el mismo modelo a partir del 31 de diciembre de 2026, con restricciones similares.
Industria y economía
El 1 de abril, la empresa Ponentia anuncia una inversión de 100-110 millones de euros para construir un polígono industrial y logístico entre Montblanc y l’Espluga de Francolí, con una terminal ferroviaria de alta capacidad y el objetivo de atraer empresas de alto valor añadido.
El 3 de mayo, unas 3.000 personas se manifiestan contra la planta de componentes para baterías Lotte en Mont-roig. A pesar de los contenciosos y las protestas, el Ayuntamiento da luz verde a finales de mayo a los proyectos de urbanización y reparcelación del polígono de los Comellarets.
Medio ambiente y urbanismo
El 21 de mayo se derriba la plataforma de la playa del Miracle de Tarragona, retirándose 12.000 toneladas de hormigón con una inversión de 4,2 millones de euros dentro del programa Tarragona GreenBelt'26, con financiación de los Fondos Next Generation de la UE. El Ayuntamiento propone renaturalizar el espacio, aunque el Ministerio para la Transición Ecológica todavía no ha fijado calendario
El 13 de agosto, la proliferación de pisos turísticos en el Priorat no se traduce en un aumento de la recaudación de la tasa turística, y en algunos municipios incluso disminuye, posiblemente por no declarar pernoctaciones
Patrimonio y cultura
El 1 de septiembre se cierra un acuerdo entre el Ministerio de Cultura y Junts para trasladar la Biblioteca Provincial a la antigua Tabacalera de Tarragona, ocupando unos 10.000 metros cuadrados. También el 3 de septiembre, se da el primer paso para crear un consorcio para gestionar el patrimonio romano de Tarraco, con aportaciones anuales de 2 millones de euros del Ayuntamiento y la Generalitat y 4 millones del Ministerio hasta 2027. El año coincide con el 25º aniversario de la declaración de Tarraco como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El 31 de octubre, se constituye la Associació per l’Impuls de l’Àrea Metropolitana del Camp de Tarragona, con sede en La Canonja, con el objetivo de mancomunar servicios y planificar infraestructuras.
Servicios y gestión municipal
El 5 de noviembre, Urbaser inicia el servicio de recogida de basura y limpieza viaria de Tarragona, sustituyendo a FCC después de más de 60 años. El contrato es de unos 200 millones de euros para diez años, con 300 trabajadores subrogados. La implantación se prevé gradual con nueva maquinaria y limpieza exhaustiva.
Energía y nucleares
El 18 de noviembre, la solicitud de los gestores de Almaraz de prolongar la vida útil más allá de la fecha de cierre reaviva las aspiraciones de las centrales catalanas. La Asociación Nuclear Ascó Vandellòs II (ANAV) recuerda que está preparada técnicamente y continúa la construcción de un almacén temporal de residuos que debe estar listo en abril de 2027. Los fondos nucleares han repartido más de 52 millones de euros este año.
Pesca
El 13 de diciembre, el sector pesquero de arrastre de la costa tarraconense señala que, a pesar del acuerdo para salir 143 días a pescar en 2026, las restricciones de la Comisión Europea les han obligado a amarrar las barcas durante muchas jornadas y ponen en peligro la supervivencia del sector. Reclaman, nuevamente, 180 días de pesca anual.
Este 2025 en el Camp de Tarragona ha sido, por tanto, un año de retos en movilidad, gestión del territorio, cultura, servicios y actividades económicas, con un claro protagonismo de la ciudadanía y los sectores productivos en la toma de decisiones y la defensa de sus intereses.