El Ayuntamiento de Tarragona ha dado hoy el pistoletazo de salida a las obras de rehabilitación estructural de Ca la Garsa, con el objetivo de consolidar las estructuras existentes en la esquina entre la plaza de los Àngels y la calle Talavera, en el corazón de la Part Alta. Los trabajos pondrán fin a una situación provisional que se arrastra desde 2018, cuando se instaló un andamio de estabilización a raíz de unas actuaciones de emergencia.
El proyecto —que tendrá una duración aproximada de cuatro meses— incluye cuatro líneas principales de actuación:
- El recalce de los cimientos del muro de la calle Talavera;
- La estabilización y cosido de las grietas detectadas;
- El refuerzo de los arcos y la mejora de los materiales originales;
- Un saneamiento integral para retirar elementos degradados que habían perdido su función estructural.
Aunque las obras se concentran dentro del ámbito del Bien Cultural de Interés Local (BCIL) de Ca la Garsa, habrá afectaciones puntuales en la vía pública, con limitaciones al paso de peatones en la plaza de los Àngels y en la calle Talavera, y la prohibición temporal de aparcar vehículos.
El consejero de Patrimonio, Nacho García Latorre, ha destacado la importancia de la intervención: “Con esta actuación se resuelven dos grandes carencias, históricamente reivindicadas: la restauración de Ca la Garsa y la reapertura de la calle Talavera, que tanto reclamaban los vecinos y vecinas de la Part Alta.”
Un edificio clave del pasado judío de Tarragona
Ca la Garsa es un testimonio destacado del call judío medieval. En los siglos XIV y XV, la actual plaza de los Àngels era conocida como la plaza de la Judería, núcleo de la comunidad hebrea tarraconina. El edificio conserva restos de los siglos XIII y XIV, anteriores a la expulsión de los judíos, y es considerado una pieza patrimonial de gran interés para comprender la configuración urbana y social de aquella época.
Con esta rehabilitación, el Ayuntamiento de Tarragona quiere garantizar la conservación de un espacio histórico de primer orden y, a la vez, mejorar la seguridad y la movilidad de una de las zonas más emblemáticas del centro antiguo.